Astros y estresados
Sin su guía, Ronaldinho, sus compañeros deben demostrar que no es imprescindible
Han pasado 20 años y el maleficio para el bando de los madridistas no se ha levantado: El feudo de sus rivales se mantiene virgen en las últimas visitas en la competición local. Los blancos han pasado por la Ciudad Condal con numerosas legiones de futbolistas y una gran diversidad de armas para asaltar el Camp Nou, pero la capacidad de superación de los blaugrana y sus momentos más excelsos de juego han logrado mantener su inquebrantable racha.
No obstante, ese maleficio puede ser un gran lastre para el equipo. Los galácticos aterrizarán en el Camp Nou tras una exhibición ante su rival vecino y los locales se encuentran obligados por su público a mantener su estadio imbatido. Se trata del partido más importante de la temporada puesto que deben defender su honor, no participan en la Champions y marchan octavos en la Liga. Además, su guía, Ronaldinho, estará ausente y sus compañeros deben demostrar que no es imprescindible.
El ejército de la armadura blanca se encontrará con una legión de hombres que defenderán con uñas y dientes sus posesiones. Los locales cuentan con un gran respaldo de su gente y conocen el terreno como la palma de su mano. No desfallecerán en sus fuerzas y siempre pensarán en mantener su legado (más de 7.300 días sin ser derrotados). Puyol comandará a sus destacamentos y tratará de mantener la moral de sus tropas cuando las fuerzas flaqueen ante tan complicada empresa.
Para mayor dificultad, el luso Luis Figo, emblema de los mejores tiempos de la tropa blaugrana, acude con ánimo de venganza. En las filas azulgranas desquició a su ahora compañero, Roberto Carlos, pero ahora es el principal foco de odio de los barcelonistas por su peligro y sus simbología. Además, el mago llegado desde más allá de los Pirineos, Zinedine Zidane, intentarán saltear el Nou Camp junto David Beckham, el nuevo recluta de las huestes de Florentino.
Situación agobiante para ambos
Por supuesto que los madridistas contarán con un ambiente adverso, pero a esta dificultad se añade su necesidad de demostrar su superioridad. Hasta ahora, sólo su capitán, Raúl, ha logrado hazañas temibles ante los barcelonistas: seis goles en el clásico. Pero ni siquiera él está satisfecho obtenido con sus últimas incursiones y ahora desea llevarse todas las pertenencias del condado. Este elemento de presión puede llevar a la ansiedad a un grupo de hombres que aún no han alcanzado ese hito.
Parece el momento idóneo, puesto en el otro bando no encontrarán el contorneo hipnotizador de Ronaldinho. Además, cuentan con dos nuevos componentes con buenas referencias: Ronaldo fue el ídolo local y Beckham fue coprotagonista de la mayor hazaña futbolística de los últimos años cuando el Manchester United venció en el Camp Nou con dos goles in extremis -ambos tras saques de esquina lanzados por el inglés-. También ellos tendrán que demostrar que saben superar tensión provocada concentrada en el campo.
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