El plan soberanista de Carod para 2014 incluye dos referendos
Fuera de toda lógica congresual, dicen sus colaboradores, Josep Lluís Carod Rovira, presentará los ejes de su plan soberanista para 2014 mañana, en una jornada de formación de militantes. El presidente de Esquerra Republicana esbozará "un proceso de culminación de una democracia de alta definición". El consejero de la Vicepresidencia propone un "proceso de debate nacional" que tendrá como colofón dos referendos: una "consulta popular sobre la relación con el Estado [español]", y a ésta se sumará "un referéndum sobre el acuerdo final".
Carod, lejos de abandonar la batalla por el liderazgo de ERC ejecutará este tipo de medidas para lo que más le gusta y entiende que le favorece: hacer una batalla de ideas o de grandes horizontes, algo que se antoja lejano al actual secretario general, que parece condenado mediáticamente a ser un hombre de partido.
El líder de ERC pretende "derogar" el Decreto de Nueva Planta de 1716
El proceso estadista que plantea Carod empieza con un "debate abierto con actores políticos, laborales y asociativos" para conseguir lo que clásicamente desde Esquerra se denomina la mayoría social por la independencia. Una vez logrado este objetivo a medio plazo, ya que el proyecto lleva consigo su propia fecha de caducidad -2014-, tocará enarbolar una mayoría en el Parlamento catalán "con el compromiso de la consulta para 2014". No sólo debería aumentar ERC de apoyos, sino que tendría que esperar un paso soberanista decidido de CiU y esperar un gesto en pro de la autodeterminación de los pueblos por parte de algunos miembros de ICV-EUiA.
El paso siguiente es de los que más llama la atención: la derogación del Decreto de Nueva Planta de enero de 1716 para poder "asumir competencias plenas". Una vez llegado a este extremo el proceso que Carod esboza -está escribiendo un libro que proyecta el fenómeno de 2014 y de los automatismos de la independencia- que el Parlamento catalán convoque una consulta para establecer una nueva relación con el Estado.
Ante todo, formalidad. Por eso el siguiente eslabón del proyecto soberanista del presidente de ERC -que lleva trabajando en ello desde agosto de 2007, cuando puso fecha al referéndum- es comunicar al jefe de Estado y del Gobierno de España, a la Unión Europea y a Naciones Unidas la voluntad expresada por la Cámara catalana.
Aparte de palabras, hará falta gestos, por lo que Carod propone la creación de "un grupo parlamentario catalán en Madrid y otro en Estrasburgo" para poder hacer valer los objetivos soberanistas. El final de la hoja de ruta del presidente de Esquerra, asesorado por juristas, es la consulta popular y el referéndum final sobre el acuerdo tomado.
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