Los hoteles invaden Ciutat Vella
El distrito tiene 80 establecimientos, 50 de ellos nuevos
Ciutat Vella, el distrito central de Barcelona, ha sufrido un espectacular incremento de oferta hotelera en el último decenio. Actualmente tiene unos 80 establecimientos hoteleros. Desde 1996, el distrito ha concedido 67 licencias, que supondrán un total de 7.132 plazas, según cifras facilitadas por el distrito. La mayor parte de esos 67 hoteles ya existen, 11 se abrirán entre 2008 y 2009, y ocho todavía no tienen fecha de apertura, básicamente porque están en fase de proyecto. Ésas son, al menos, las previsiones de Turismo de Barcelona.
La Rambla tendrá 10 hoteles nuevos en los próximos años
Los vecinos piden una moratoria hotelera total en el distrito
Esta progresión que está directamente relacionada con el incremento turístico que ha experimentado la ciudad, que en cifras globales ha pasado de 29.000 plazas a finales de 1998 a las casi 55.000 de julio de este año. En Ciutat Vella la escalada resulta más espectacular porque es uno de los distritos más pequeños. Comparativamente, por ejemplo, tienen mucho más impacto 80 hoteles en las 449 hectáreas de Ciutat Vella que 90 -aproximadamente- en las 741 hectáreas del Eixample.
La progresión se ha concentrado, sobre todo, en La Rambla. En el paseo central de la ciudad se han construido desde 1996 o están en construcción o proyecto un total de 10 hoteles. En Pelai, cinco; en Via Laietana, cuatro; en el Paralelo, tres; en Princesa, dos, y otros dos en la Rambla del Raval y en el Portal de l'Àngel. La mayor parte de los establecimientos son más bien medianos -entre 100 y 200 plazas- y se han distribuido por el Raval, el Barri Gòtic y el Casc Antic. Aunque en la Barceloneta se levantará el mayor: el hotel Vela, de Ricardo Bofill, con 903 plazas.
La mayor parte de las licencias (52) se dieron a partir de 2001. De éstas, 23 se han concedido desde 2005, año en el que el distrito de Ciutat Vella introdujo condiciones en el plan de usos hoteleros: sólo se podían construir hoteles de más de tres estrellas y los promotores no podían comprar edificios de viviendas para convertirlos en hoteles. Esta última condición se introdujo ante los evidentes casos de mobbing inmobiliario de las promotoras para expulsar a los residentes.
Uno de ellos, por ejemplo, fue el de dos fincas de la calle de las Magdalenes. Fue comprado por hoteles Catalonia a finales de 2004 con el propósito de hacer un hotel con piscina de unas 130 plazas. El inmueble, sin embargo, fue ocupado por un colectivo social -bautizado con el mismo nombre de la calle, Magdalenes- que integra a múltiples entidades, desde la plataforma Vdevivienda a varias asociaciones de vecinos. En el edificio se hacen múltiples actividades y está habitado por unas 30 personas. Ayer ese colectivo, apoyado por la Federación de Asociaciones de Vecinos (FAVB), pidió a la regidora del distrito, Itziar González, que expropie el bloque y lo ceda a la entidad. De momento, el asunto de la ocupación todavía está pendiente de sentencia judicial.
Eva Fernández, presidenta de la FAVB, añadió una demanda: que no se concedan más licencias de hoteles en todo el distrito.
Son varias las asociaciones de vecinos de Ciutat Vella (las del Casc Antic, Barceloneta y L'Ostia, también de la Barceloneta, y el Barri Gòtic- que insisten desde hace tiempo en que la concentración hotelera está expulsando a los vecinos de los barrios. Resulta evidente a todas luces el impacto del turismo en las calles, no sólo por su ocupación masiva -insufrible en verano-, sino también por la sustitución de buena parte de la actividad comercial, que ahora se orienta al turismo. "No nos vale que digan que tomarán medidas para evitar el turismo de mochila porque corremos el riesgo de convertir el centro de Barcelona en una Venecia", insistía la presidenta de la FAVB.
El distrito de Ciutat Vella argumenta que el plan de usos hoteleros vigente se tiene que revisar el año próximo y será el momento de estudiar qué medidas se pueden tomar. Mientras, el malestar de los residentes va en aumento.
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