El alcalde de Mollet se sube el sueldo entre las protestas de los indignados
Monràs rectifica y aumenta su salario un 10% - PSC, CiU y PP pactaron subidas de más del 30% para los ediles - 100 personas se manifiestan contra el pleno
El pleno de Mollet del Vallès aprobó ayer, entre las protestas de un centenar de indignados, un aumento salarial del 10% para el alcalde, Josep Monràs (PSC), y del 7% para el resto de los concejales del municipio. La subida permitirá que el salario del alcalde sea este año de 65.000 euros en lugar de los 59.150 asignados a principios de año. La subida es, en cualquier caso, muy inferior al 32% para el alcalde -lo que suponía 78.325 euros anuales- y del 31% para los concejales -cuyos sueldos quedaban entre 65.150 y 55.125 euros al año-, porcentajes acordados el pasado lunes por los grupos del PSC, CiU y el PP. Monràs, que hasta el martes defendía que su nuevo salario era "el que toca", rectificó ayer tras la publicación de la información por EL PAÍS.
Un grupo de ciudadanos increpó al regidor y le siguió dos kilómetros
El acuerdo institucional aprobado ayer, que recoge los nuevos sueldos de los concejales electos, recibió los votos del PSC y CiU, mientras que el PP (que cambió de posición en el último momento ) y ERC se abstuvieron. ICV-EUiA votó en contra. El acuerdo también incluye una asignación de 18.000 euros anuales para los portavoces de los cuatro grupo de la oposición, que también cobrarán 3.475 euros por partido y 400 euros por concejal.
La marcha atrás del alcalde se hizo evidente por la mañana, cuando convocó de urgencia a los medios de comunicación para anunciar la modificación de las retribuciones y, dos horas más tarde, reunió de forma extraordinaria a la junta de portavoces para presentar a los grupos municipales la nueva propuesta salarial que se aprobaría por la tarde.
La sala de plenos del Ayuntamiento de Mollet se quedó pequeña para las cerca de 150 personas que siguieron la sesión, en la que se vivieron momentos de tensión entre el gobierno municipal, CiU y el PP contra los grupos ecosocialistas y de ERC.El alcalde insistió en que su propuesta consiste en congelar los sueldos de 2007. Esto es, 65.000 euros para el alcalde y entre 45.000 y 53.400 euros para los concejales. En la práctica, los nuevos sueldos suponen un aumento de entre el 7% y el 10% respecto a los actuales; dicho de otro modo: se recuperan los sueldos de antes de los recortes por la crisis. Monràs prefirió verlo de otro modo y dijo que lo que se ha hecho es "aplicar el IPC". Asimismo se defendió recordando que durante el mandato pasado no cobró "ni un euro" del erario municipal. Había optado por los 83.000 euros anuales que tenía como titular de Deportes de la Diputación de Barcelona.
El alcalde molletense también defendió que los nuevos sueldos "están por debajo de lo que dicen la Federación de Municipios (FMC) y la Asociación de Municipios de Cataluña (AMC), que son los que marcan los criterios y las líneas rojas que los municipios no deben sobrepasar". En una ciudad de 52.000 habitantes como Mollet, el alcalde debería cobrar un máximo de 80.600 euros, según la ACM, y entre 82.000 y 86.700, según la FMC. Pero estas dos entidades lo que hacen son recomendaciones que los municipios no tienen por qué cumplir. De hecho, Cerdanyola del Vallès (Vallès Occidental), de 58.000 habitantes, aseguró que para 2011 congelará los 55.900 euros de sueldo anual de la alcaldesa, incluidas dietas. El sueldo de Monràs superará al de alcaldes de capital de provincia, como el de Tarragona, que cobra 64.000 euros. El de Lleida ingresa 70.000 euros. El nuevo gobierno de Girona se constituirá el 1 de julio y la alcaldesa en funciones cobra 58.400 euros.
Monràs encontró en el pleno la total complicidad de CiU, que defendió la subida salarial con los mismos argumentos que el alcalde. El PP, que apoyó la propuesta inicial de subida del 32%, cambió su voto y se abstuvo "porque las cifras se han rectificado", argumentó su portavoz, Susana Calvo. También se abstuvo ERC. Por su parte, ICV-EUiA celebró la rectificación, pero su líder, Noemí Fernández, alertó de que "el gobierno municipal hoy [por ayer] ha traspasado la línias rojas". Su intervención levantó un largo aplauso del público.
A la sesión plenaria también asistieron una veintena de indignados que, con narices de payaso, mostraron pancartas donde se podía leer: "Vuestro sueldo lo negocia el pueblo". Los indignados increparon en varios momentos a los políticos socialistas y convergentes. Una hora antes del inicio del pleno, los indignados habían convocado una asamblea y una concentración ante las puertas del Ayuntamiento, donde están acampados desde hace semanas. Los concentrados leyeron un manifiesto en que calificaron de "vergüenza" y "burla" la subida de sueldo de los cargos públicos.
Pero no todos los indignados concentrados ayer pertenecían al Movimiento 15-M. Roser, de 52 años, se confesaba votante de ERC y se mostraba disconforme con la abstención de los republicanos. "¡Que me devuelvan mi voto!", gritaba. "Me han decepcionado", añadía. También se lamentaba Teresa, jubilada de 65 años, que tiene la pensión congelada y pide un "gesto" a los políticos en forma de descenso de sueldos y un "cambio en la forma de hacer política". Daniel Álvarez, de 26 años, afirmaba que el aumento de salarios es una "forma de despotismo y un comportamiento antisocial". Julio López, de 62 años, aseguraba que "nunca había visto una vergüenza tan grande" en Mollet.
Al final del pleno, los indignados, formando un pasillo ante la puerta del Consistorio, organizaron una sonora protesta para despedir a golpe de tambor a los concejales. La peor parte se la llevó el alcalde, que salió protegido por la policía municipal, pero no se libró de ser increpado y del lanzamiento de una lluvia de papeles. Los indignados siguieron a Monràs casi media hora durante los dos kilómetros que recorrió a pie hasta un centro cívico.
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