Ver la 'yihad' en el ojo ajeno
Pues sí. Yo también. Yo también estoy desolada por las palabras del Papa, a pesar de que no fuesen palabras suyas, sino de un emperador bizantino del año mil trescientos y pico. Se ha pasado tres parroquias al decir sobre la yihad que "la violencia está en contraste con la naturaleza de Dios y del alma". Y se ha pasado tres parroquias más al decir sobre el islam que "la conversión mediante violencia es cosa irrazonable y contraria a la naturaleza de Dios". Y no porque no tenga razón. La tiene, claro que sí. Incrustar aviones contra torres gemelas en nombre de Dios no es santo. Pero, hombre, ¡viniendo del máximo representante de la iglesia católica...! Con la de herejes que se ha cargado la iglesia católica... Precisamente, si alguien no puede presumir de no haber matado en nombre de Dios es el Papa. El que esté libre de yihad que tire la primera piedra.
De todas formas, lo mejor de todo esto es la coherencia que están demostrando los islámicos ofendidos. Su comportamiento es encomiable. Se enfadan porque les han dicho que su religión incita a la violencia y, para protestar por la injuria, queman unas iglesias y matan a una monja. Si siguen así, igual la emprenderán a pedradas con los que les digamos que lapidar adúlteras no está bien. Si no fuese porque lo que hacen da tanto miedo, esta situación me recordaría la que vivieron los antiglobalizadores en Barcelona. Sucedió que algunos de los manifestantes sufrieron el tradicional atraco, de manera que tuvieron que plantearse si denunciar los hechos a las represoras fuerzas del orden contra las que estaban protestando. Por cierto. Me sabe mal que todos los islámicos ofendidos encima se equivoquen al quemar iglesias. La que incendiaron el otro día era anglicana, y ésas no son competencia del Papa. A ver si, cegados por la fe, se vuelven a equivocar y matan alguna vaca sagrada de la India.
Para mi está claro que los que vivimos aquí llevamos siglos de civilización, lo que nos da cierta ventaja. Ya hemos separado religión y Estado, ya hemos tenido nuestra Ilustración y hasta hemos guillotinado unos cuantos reyes franceses. Por eso, estoy segura de que, con unos siglos más, los talibanes hasta dejarán de prohibir la música. Pero por lo demás, si les soy sincera, no veo muchas diferencias entre las distintas religiones y sectas. Me parecen todas igual de raras. La una te hace ayunar por una cosa, la otra te hace ayunar por la de más allá, y la que no te hace ayunar, te hace comer placenta. Eso sí, le veo mucho más mérito a la religión musulmana, más que nada porque los fieles, en teoría, todo lo que hacen es sin haber probado el alcohol.
En fin, me alegra que el presidente de Irán haya defendido al Papa para evitar males mayores. Si no, esto podría acabar muy mal. No quiero ni imaginarme que algún país islámico, de estos que a la mínima dictan una fatwa contra Salman Rushdie, decidiese declararle la guerra al Estado del Vaticano. No quiero imaginarme a la guardia suiza, lanza en mano, en combate desigual, contra los pilotos suicidas. Supongo que la cosa duraría poco, a no ser que algún valiente decidiese ayudar al Vaticano. Por ejemplo, Tom Cruise, en tanto que actor en el paro por culpa de ser seguidor de la Iglesia de la Cienciología y en tanto que intérprete de Misión Imposible. Si no, conseguir aliados serios es difícil para el Papa, a no ser que, con su facilidad de palabra, haga correr el rumor de que debajo de la plaza de San Pedro hay petróleo.
moliner.empar@gmail.com
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.