Los Mossos desarticulan un grupo que secuestraba a narcotraficantes

Los Mossos d'Esquadra detuvieron el miércoles a 13 personas afincadas en las costas de Tarragona y Girona que pertenecían a un violento clan de la mafia marsellesa. Los detenidos, entre ellos un agente de la policía autonómica, pasaron ayer a disposición judicial. El grupo practicaba secuestros exprés de narcotraficantes marroquíes a cambio de grandes cantidades de droga y se lucraba, además, con la venta de armas y la prostitución.

El grupo mafioso, al que pertenecen personas de distintas nacionalidades (españoles, franceses, holandeses, belgas y rumanos), disponía de un escondrijo camufado en un jardín, en la localidad de Mont-roig del Camp (Tarragonès). Los presuntos delincuentes efectuaron cuatro secuestros de unos días de duración, pero sólo dos se consumaron. El rescate se pagó con una tonelada de hachís. En los otros dos casos, el pago no llegó a efectuarse.

El grupo, que estaba dirigido por el francés René P. N., de 59 años, alias El Padrino, también obtenía ingresos del tráfico de drogas, de la venta de armas y de la prostitución. En uno de los ocho locales de alterne que la banda tenía en funcionamiento -cinco en Tarragona y tres en Zaragoza-, los agentes encontraron ejerciendo la prostitución a una menor de edad, que ahora está bajo la tutela de la Generalitat.

"Tenían capacidad tanto para suministrar armas a otras mafias como para vender un revólver a un delincuente común", explicó en rueda de prensa el intendente Joan Carles Molinero, subjefe de la División de Investigación Criminal de los Mossos. Molinero dijo que desde la década de 1980 grupos de la mafia marsellesa -caracterizada por su extrema violencia- ya operaban en España, en concreto en la costa levantina.

Dos años de investigación

La investigación en torno a la célula catalana, conocida con el nombre de Clan Nivois y procedente de Lyón (Francia), se inició en 2003, cuando un traficante marroquí fue secuestrado en la comarca de Osona y liberado tras recibir una paliza. Las detenciones se practicaron el miércoles en las localidades de Tarragona, Mont-roig del Camp, El Catllar, L'Escala, Torredembarra, Pineda de Mar y Zaragoza, en este caso con la colaboración del Cuerpo Nacional de Policía. "Era una célula con una gran movilidad", dijo Molinero.

Entre los 13 detenidos hay un agente de la policía autonómica, J. P. C., de 46 años, que supuestamente facilitó a la banda dispositivos lumínicos para hacerse pasar por policías y poder huir con mayor facilidad. Este agente de la escala básica (no es oficial) se graduó con la primera promoción de Mossos, la de 1984, y llevaba 20 años de servicio en Tarragona. Está acusado de diversos delitos: omisión del deber de perseguir el delito, revelación de secretos y tráfico de drogas. Molinero explicó que la policía investiga ahora cómo fue captado.

En total hay 30 imputados; de ellos, dos ya están en prisión por delitos anteriores y sobre nueve pesa una orden de arresto internacional. Como resultado de la investigación, la policía se ha incautado de abundante material: 20.000 euros y armas de guerra, con mirillas láser y silenciadores, procedentes de países del Este: cinco subfusiles Kalashnikov, tres pistolas rusas y un rifle de repetición. Además, la policía halló en los domicilios registrados placas de matrícula falsas y documentación.

Estos papeles servirán para "resolver decenas de delitos cometidos durante los últimos años", explicó Molinero. El intendente dijo que la investigación continúa abierta y que no se descartan nuevas actuaciones. Los detenidos pasaron ayer a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Vic.