Mollerussa se queda sin alcaldesa por la deuda municipal

El Ayuntamiento de Mollerussa (Pla d'Urgell) se ha quedado sin un euro para hacer frente a sus obligaciones. La alcaldesa, la socialista Teresa Ginestà, ha decidido tirar la toalla. Ayer anunció que hoy dimite y retó a los dos grupos de la oposición, CiU y ERC, que bloquearon su plan de saneamiento -que incluía un crédito millonario-, a asumir el gobierno municipal si se atreven a resolver los graves problemas económicos del Consistorio.

La situación de esta población de 14.300 habitantes no es diferente a la que atraviesan centenares de Ayuntamientos españoles, estrangulados por la falta de ingresos debido a la caída de la actividad constructora y de la crisis económica que afecta a todas las administraciones. De hecho, Mollerussa no es ni siquiera uno de los municipios más ahogados de España. Según datos del Ministerio de Economía del 1 de enero de este año, su deuda total ascendía a 14,2 millones de euros, es decir, 998 euros por habitante. Ocupa la posición 370 entre los más endeudados per cápita de España. La deuda de Tiurana (Noguera), la más abultada de Cataluña, es de 3.940 euros por persona.

La localidad, que no puede pagar ni la luz, tiene una deuda de 14,2 millones

A Mollerussa los recibos pendientes no le son ajenos desde hace años. Ahora tiene serios problemas de liquidez y desde hace un año no puede ni pagar la luz, pero la alcaldesa afirma que el Consistorio tiene pagos insatisfechos por importe de más de dos millones de euros, algunos desde 1989. Ginestà, que gobierna en minoría desde que ERC decidió dejar el equipo de gobierno por discrepancias en cuestiones urbanísticas, tiene previsto pedir amparo a la Generalitat para que acuda al rescate financiero del Consistorio, sobre todo después de que la oposición votara en el pleno del martes, por segunda vez, en contra de la contratación de un crédito de 4,2 millones de euros para sanear las cuentas municipales y pagar a los acreedores.

La postura de CiU y ERC, con seis y tres concejales, ha dejado a sin poder de reacción a Ginestà, que dice que está dispuesta a dejar la alcaldía para no prolongar por más tiempo el bloqueo y la situación de tensión que existe con los proveedores municipales.

En un pleno celebrado a primeros de mes, además de vetar la modificación del IBI para 2011, la oposición propuso crear una comisión económica en la que participaran ediles de todos los partidos y la dimisión del concejal de finanzas, Rafael Moreno, pero el equipo de gobierno rechazó esta proposición por considerarla antidemocrática. El portavoz de CiU, Marc Solsona, asegura que su grupo está dispuesto y capacitado para asumir el mando. CiU y ERC prometieron ayer que, una vez formalizada la renuncia de la alcaldesa socialista, estudiarán conjuntamente las fórmulas para articular un nuevo equipo de gobierno para el resto de mandato. El portavoz del grupo municipal de CiU, Marc Solsona, dijo que desconoce si la situación de las finanzas municipales es tan grave como apunta Ginestà y que por ese motivo se han negado a "tapar" posibles agujeros a golpe de crédito. "Lo primero que haremos será encargar una auditoría externa para conocer la situación real del Consistorio y, con los datos objetivos en la mano, ejecutaremos las medidas necesarias", señaló el concejal nacionalista.

"No me gusta renunciar, pero no me queda otra salida. Lo hago como un acto de responsabilidad. Si gobiernan, se darán cuenta de que no podrán hacerlo sin recurrir al crédito", manifestó la edil socialista.

Aunque algunos atrasos tienen más de 20 años, Ginestà denuncia que la crisis profunda financiera que afecta al Ayuntamiento de Mollerussa se arrastra desde 1994 y responsabiliza de la actual situación a los anteriores gobiernos, de CiU, porque, según su opinión, no cumplieron el plan de saneamiento y tampoco amortizaron un crédito que solicitaron por un importe idéntico al que ahora pretende contratar el equipo socialista y ellos bloquean. El plan de saneamiento del equipo de Ginestà, autorizado por la Generalitat, especificaba un plazo de devolución del nuevo crédito de tres años.