Empresas antiplagas contra gatos callejeros
Asociaciones pro animales denuncian la captura y traslado ilegal de los félidos
Se calcula que hay cerca de 100.000 gatos sin dueño vagando por las calles de Barcelona. Según la Ley de Protección de los Animales, es tarea de los Ayuntamientos "recoger y controlar los animales de compañía abandonados, perdidos o asilvestrados". Barcelona cumple la norma derivando los félidos a las 15 asociaciones que se dedican a esterilizar, castrar y alimentarlos para que las colonias estén bajo control. Pero no dan abasto y les han salido competidores. Varias asociaciones denuncian que empresas antiplagas (especializadas en insectos y roedores) trabajan con gatos, es decir, animales domésticos "que en ningún caso están considerados una plaga", remarca la presidenta de la Fundación Silvestre, Cristina Dalmau. Estas empresas no solucionan el problema, sino que lo trasladan de lugar. "Cogen a los gatos y, sin esterilizarlos ni desparasitarlos, los dejan en otro lugar de la ciudad", critica.
Eso está considerado maltrato animal y vulnera la Ley de Protección de los Animales. A raíz de una denuncia de la Fundación Silvestre, el Departamento de Medio Ambiente ha impuesto una multa de 400 euros a Diset Control de Plagas por "utilizar artes de caza no permitidas". La empresa ha recurrido porque asegura que capturó gatos "con los mismos cebos que usan las protectoras".
La Fundación Silvestre lamenta que la multa no esté motivada por "llevar a cabo una actividad ilegal". Según el director de la empresa, Ismael Díaz, sus trabajadores capturaron varios gatos que se colaban en las terrazas de una finca de Pedralbes "a petición de la comunidad de vecinos y como un servicio excepcional". Díaz asegura que los entregó a una protectora, pero la Fundación Silvestre sólo recibió dos gatos. "Los seis restantes fueron abandonados en el parque que hay frente a las oficinas de la empresa", en la calle de Travi.En la calle de Travi hay una colonia de gatos esterilizados y hace un mes aparecieron otros seis. Una vecina de la finca de Pedralbes los reconoció. El portero del edificio, además, guarda un documento firmado por Diset que prueba las capturas.
"Si tuviera una escopeta los mataba a todos", dice un vecino de este solar cercano a la empresa Diset. Una mujer da de comer a los gatos. Les pone botes con agua, pienso y latas de comida para animales. La asociación Progat ya ha esterilizado a los gatos que no lo estaban. De eso se encarga Montse Gómez, que trabaja para varias protectoras. "Cojo unos 1.000 gatos al año", cuenta, "los llevo al veterinario y los esterilizo. Es la manera de controlar la superpoblación de gatos".
Medio Ambiente ha recibido otras denuncias de la Fundación Silvestre contra empresas antiplagas, una de las cuales se habría llevado los que vivían en unos jardines de la calle de Ganduxer. Las entidades pro animales aseguran que muchas empresas cobran por trasladar colonias de gatos sin control de un punto a otro de la ciudad. "La gente que los alimenta o los vigilantes de obras cercanas nos llaman para decirnos que han desaparecido gatos de la colonia". Las mismas asociaciones alertan del peligro que conlleva ese traslado, ya que algunos gatos son incapaces de encontrar comida en su nuevo hábitat y mueren en el intento.
El Ayuntamiento de Barcelona destina 12.000 euros anuales a cada distrito para estas fundaciones. Con ese dinero pagan vacunas, esterilizaciones y comida. "Tenemos colonias de gatos controladas. Los esterilizamos, castramos y marcamos en la oreja para censarlos y les procuramos comida", explica Dalmau, que trabaja en Sarrià, Gràcia y Les Corts. El problema, sigue, es que "el ritmo de reproducción de los gatos es muy rápido y no podemos con todo". Gómez cuenta que en junio ya se agotó el presupuesto en la mayoría de distritos.
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