CiU se compromete a mantener el modelo de inmersión lingüística

No lo van a tocar. Convergència i Unió (CiU) defiende con vehemencia el modelo de inmersión lingüística de Cataluña, y sus líderes, incluido el ya presidente de la Generalitat, Artur Mas, ni pestañean cuando aseguran que lo mantendrán, pese a las tres sentencias del Tribunal Supremo que obligan al Gobierno catalán a aceptar que el castellano sea también lengua vehicular en las escuelas de los tres casos denunciados por otras tantas familias. Son tres entre 1,2 millones de alumnos, recuerda CiU.

El otro argumento de defensa del modelo de inmersión lingüística es que las sentencias de Supremo cuestionan la aplicación del modelo, no el modelo en sí. Y que este, que deriva de la Ley de Normalización Lingüística, solo lo podría tumbar el Tribunal Constitucional, nunca el Supremo. La sentencia hubiera podido reclamar la inconstitucionalidad del modelo y no lo ha hecho, advierten. Ayer, durante el pleno de investidura de Mas, solo el Partido Popular y Ciutadans (que suman 21 diputados de 135) se mostraron favorables a la sentencia y exigieron al nuevo presidente que la cumpla. El resto de los grupos se sumaron a CiU y defendieron con la misma energía un modelo de inmersión que, convienen, es un vehículo de cohesión social desde hace tres décadas.

Solo PP y Ciutadans (21 escaños de 135) dicen que el fallo tumba el modelo

"Pintan la sentencia del Supremo como si se cargaran todo el modelo de inmersión y normalización lingüística, y no es cierto. La sentencia no cambia nada, la ley establece la opción de enseñar en castellano, pero son muy pocas familias las que lo escogen. Las familias castellanohablantes ven en la inmersión una oportunidad de integración", afirmó ayer Mas en respuesta al PP. "Nos reafirmamos, que lo sepan, en el modelo", remachó el portavoz parlamentario de CiU, Oriol Pujol.

El Partit dels Socialistes, Esquerra Republicana, Iniciativa per Catalunya y Solidaritat defendieron también la inmersión lingüística. La preservación del modelo lingüístico de la escuela catalana figura en el texto del acuerdo que firmaron el PSC y CiU para facilitar la investidura de Mas. El portavoz parlamentario del PSC, Joaquim Nadal, se distanció de sus proyectos soberanistas, pero le garantizó apoyo para mantener el modelo.

ERC consideró que la sentencia del Supremo es consecuencia directa de la del Constitucional sobre el Estatuto. "Es la primera secuela y vendrán más. Nada será igual, serán implacables", manifestó el presidente del grupo, Joan Puigcercós.

Los líderes del PP y Ciutadans, Alicia Sánchez-Camacho y Albert Rivera, instaron a Convergència a "cumplir las leyes". Sánchez-Camacho, que usó el castellano, calificó el modelo lingüístico catalán de excluyente. "No blinde un modelo lingüístico de exclusión", reclamó a Mas, y le recordó que la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto "recoge el castellano como lengua vehicular" y el "bilingüismo integrador".