Soluciones dentro y fuera de la compañía
La innovación abierta es un modo de gestionar que concibe la innovación como un sistema permeable en el que tanto agentes internos como externos a la organización participan en él, y en el que la innovación no se restringe al producto, sino que también incide en la comercialización, afectando al modelo de negocio.
El concepto parte de la base de que, como el cambio es tan dinámico, las empresas ya no son capaces de abordar de manera altamente efectiva y por sus propios medios todo el proceso de innovación. El conocimiento, aun el más especializado, ya no está circunscrito a los departamentos de investigación de las grandes empresas o de las universidades más prestigiosas, sino que está ampliamente disponible y repartido en multitud de países, empresas, organizaciones y personas. Conocimiento que las organizaciones deben ser capaces de integrar en su propia cadena de innovación.
En la innovación tradicional, a partir de las ideas generadas, un proceso de selección, similar a un embudo, escoge aquellas que encajan en el modelo de negocio actual y que pueden ser más prometedoras, ideas que se financian para que lleguen al mercado. Por el contrario, la innovación abierta presenta un modelo en el cual los nuevos productos provienen tanto de fuentes internas como externas, y éstas pueden entrar a formar parte del proceso de innovación en todas las fases de la cadena. En el modelo original de Chesborough responsable de acuñar el término [ver figura], el embudo apunta a varias dianas, que representan el mercado actual de la empresa, el futuro y el de terceros; es decir, los resultados pueden tener una utilidad para otras empresas y en otros mercados, lo que constituye una manera de rentabilizar la innovación que resulta fallida para los objetivos primarios de la empresa u organización que la ha canalizado.
En la innovación abierta, la I+D interna sigue teniendo un papel importante, pero asume otras tareas o funciones: debe atender a qué se mueve en el exterior, identificar fuentes, facilitar la integración... Pasamos, por tanto, de las ideas "se generan, gestionan y desarrollan internamente" a "se gestionan internamente y se generan y desarrollan interna o externamente". Entre las ventajas de la innovación abierta están:
- El incremento de la creatividad en la organización, más allá de las alianzas para colaboración.
- Crea un ecosistema de innovación, más allá de la creación de alianzas para la colaboración.
- Acelera la innovación, al permitir reducir los ciclos de creación de productos y servicios.
- Permite la co-creación de productos y servicios junto con los fabricantes y los usuarios.
- Mejora la posición estratégica o de marca mediante el acercamiento a los usuarios/clientes.
- Reduce los costes en los procesos de innovación.
Resumiendo, mediante la innovación abierta obtenemos mejores ideas y desarrollo más rápido y barato. Pero, además, conlleva un enfoque de apertura no sólo de la innovación en sí, sino de la empresa en su conjunto. Podríamos hablar por ello de la "empresa abierta", creadora de riqueza. -
Palmira López-Fresno es delegada en Cataluña del Club Excelencia en Gestión y directora de proyectos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.