"No queremos esclavos, sino gente responsable"
"Cambio de paradigma". Esta expresión está de moda. Se trata de un concepto introducido por el epistemólogo estadounidense Thomas Kuhn en su ensayo La estructura de las revoluciones científicas, donde demostró que casi todos los descubrimientos significativos surgen al romper con la tradición, con los viejos modos y patrones de pensamiento. No en vano, la palabra paradigma significa "modelo, teoría, percepción, supuesto o marco de referencia". Es decir, "la manera en la que se ve, se comprende y se actúa en el mundo".
Pocas son las empresas españolas que se han alineado con la nueva manera de hacer las cosas -el denominado "humanismo empresarial"-, entre ellas destaca el Grupo Intercom, que cuenta con 650 trabajadores, repartidos en 40 negocios en Internet, como
"El miedo a perder el poder de los jefes impone una gestión improductiva"
"Con la confianza, los profesionales se responsabilizan de su función"
Emagister y Softonic. Su presidente, Antonio González-Barros, es considerado por sus colaboradores como un "líder visionario, con mucho sentido común y con el corazón puesto en las personas". Prueba de ello es que hace más de un año y medio creó la dirección de personas y valores de la organización, un puesto que ocupa Patricia Mir (Barcelona, 1975).
Pregunta. ¿Directora de personas y valores?
Respuesta. Sí, es importante cuidar el lenguaje y llamar a las cosas por su nombre. Dado que somos seres humanos y no recursos, no creemos en la nomenclatura "dirección de recursos humanos". Además, cuando tratas a las personas como recursos acaban haciendo solamente aquello por lo que han sido contratadas, sin aportar valor añadido. No somos máquinas. Esta concepción utilitarista del ser humano forma parte del viejo paradigma.
P. ¿Por qué cuesta tanto adoptar el nuevo paradigma?
R. Porque la gente que tiene poder teme perderlo. El miedo les lleva a seguir imponiendo una gestión basada en el control, la cual es totalmente improductiva e insostenible. El cambio de paradigma pasa por emprender un viaje personal interior, lo que todavía les da más miedo. Conocerse uno mismo es como entrar en una habitación oscura, en la que poco a poco nuestros ojos se van adaptando y finalmente empezamos a ver lo que hay. Así es como cada uno de nosotros puede comprenderse, aceptarse y amarse.
P. A muchos directivos les incomoda hablar sobre el autoconocimiento...
R. Y eso que es algo vital: si no te conoces a ti mismo, no puedes saber cómo vivir feliz. Y si no eres feliz, no vas a poder contribuir a hacer felices a quienes te rodean. Más que nada, porque si no te conoces, no sabes cómo generarte tu propia energía, tu propia motivación, tu propia felicidad, con lo que esperas que los demás te den energía, te motiven y te hagan feliz. Pero nadie puede darte lo que tú necesitas. Sólo tú mismo. Y este principio de responsabilidad personal es el que intentamos promover en nuestra empresa.
P. ¿De qué manera?
R. A través del cambio de nuestra cultura organizativa. En los últimos años hemos crecido mucho y nos hemos dado cuenta de que necesitamos horizontalizar nuestra estructura. Corríamos el riesgo de que hubiera demasiados jefes y mandos intermedios que ralentizaran y burocratizaran los procesos internos. Nuestra intención es que a través de la confianza y la transparencia cada profesional sea responsable de su función dentro de la empresa, disfrutando de su trabajo con autonomía y flexibilidad.
P. ¿Cuál es la misión de su empresa?
R. Queremos demostrar al mundo que no hay nada más rentable y sostenible que hacer felices a los demás. El objetivo es que nuestros colaboradores no tengan ningún motivo para quejarse por sus condiciones laborales. Sólo así podrán centrarse en dar lo mejor de sí mismos.
P. ¿Puede poner ejemplos?
R. Hemos introducido el sentido común a la hora de definir los horarios, que son totalmente flexibles. Nuestros colaboradores pueden trabajar desde casa y confiamos en ellos cuando nos dicen que están enfermos; no es necesario que presenten un certificado. No queremos esclavos, sino gente responsable y libre. Todo se reduce a una cuestión de confianza. Eso sí, seleccionamos desde el inicio a personas maduras emocionalmente.
P. Los denominados "profesionales con talento"...
R. Exacto. Personas que han interiorizado el nuevo paradigma, basado en la responsabilidad personal y la proactividad profesional.
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