La selección sub 21 toma el mando

Una de las carencias que José Antonio Griñán ha tenido en su escaso año como presidente de la Junta es que no contaba con una guardia pretoriana encargada de pararle los golpes, de despedregarle el camino con anticipación. Ahora ya cuenta con ella. Al menos, en la dirección del PSOE de Andalucía, donde se ha rodeado de un núcleo duro muy duro, de puro aparato, forjado en las Juventudes Socialistas -el colegio donde, opinan los veteranos, se aprende lo peor de la política - y alumnos aventajados de la escuela de Luis Pizarro, el ex vicesecretario general y número dos durante 16 años, donde se enseña a no bajar la guardia y a afinar el oído. Muchos de los que se van a sentar en la mesa de San Vicente lo llaman el "tío Luis".

El líder del PSOE gaditano dio la espantada cuando se votaba la lista

La nueva comisión permanente del PSOE andaluz está integrada por 10 personas de treintaitantos años. Hasta ahora ocupaban cargos orgánicos en sus respectivas organizaciones provinciales, la mitad de ellos son diputados autonómicos y a partir del lunes se dedicarán exclusivamente al trabajo del partido. Un buen conocedor de los entresijos del PSOE ha bautizado la operación como la toma del mando por parte de "la selección sub 21". Ellos conocen el PSOE de Andalucía mejor que Griñán, que vivió por primera vez en la madrugada del sábado cómo se hace una ejecutiva durante un congreso, donde lo que está acordado a las tres de la mañana se abre una hora después y donde el peso de la negociación lo llevó el nuevo vicesecretario general, el cordobés Rafael Velasco.

En ese grupo de 10, hasta la presidenta del partido, la todavía consejera de Cultura, Rosa Torres, está curtida en la brega orgánica, tras ocho años como secretaria de Organización del PSOE de Málaga. Ningún dirigente de la agrupación de Almería está presente en la comisión permanente y, por hora, tampoco de la de Cádiz.

Como responsable de la secretaría de Organización, donde siempre ha estado la sala de máquinas del PSOE, Griñán cuenta con Susana Díaz, que hasta ahora venía desempeñando esa tarea en la potente agrupación de Sevilla. Díaz tiene fama de trabajadora y fue la número dos de Velasco en las Juventudes.De esa etapa de Juventudes Socialistas, Velasco, como secretario general, era considerado como el poli bueno y Díaz, la poli mala. Díaz coordinará el área de Organización en la que Griñán quería inicialmente englobar las secretarías de Administración (que no existe), Política Institucional, Política Municipal, Organizaciones Sectoriales y Acción Exterior. La distribución definitiva se hará a partir de la próxima semana.

Al frente del área económica figura la onubense María José Rodríguez; en el área de Ciudadanía, el jiennense Felipe Sicilia; y en la de Comunicación, Francisco Conejo, hasta ahora secretario de Organización del PSOE de Málaga. La lista de 10 la completan la sevillana Verónica Pérez, responsable de Movimientos Sociales; y el granadino Juan Manuel Fernández, de Política Municipal.

Velasco ha asumido por el momento la secretaría de Política Institucional, tras la espantada del líder del PSOE de Cádiz, Francisco González Cabaña, quien renunció al puesto cuando los delegados estaban ya votando la lista de la ejecutiva, algo que no había ocurrido nunca en un congreso. Cabaña había aceptado a las 4.35 horas del sábado la secretaría de Política Institucional. A esa hora, Rafael Velasco anunció a los periodistas la composición de la ejecutiva y aclaró que ese puesto supondría la renuncia de Cabaña a la presidencia de la Diputación de Cádiz y a la secretaría general del PSOE provincial, ya que Griñán desde días antes había comunicado que quería a ejecutivos con dedicación plena a la dirección andaluza. Eso significaba un congreso extraordinario, algo que no es menor en una agrupación como la de Cádiz, donde la salida de Manuel Chaves y Luis Pizarro de la dirección andaluza la ha dejado huérfana de referentes, lo que puede implicar mayor inestabilidad interna. Sobre las nueve de la mañana Cabaña dio marcha atrás y aseguró que los delegados de su agrupación le habían pedido que no abandonara sus responsabilidades. En la reunión con los delegados, Cabaña se quejó del trato recibido por los socialistas gaditanos.

Luis Pizarro, que encabezó la lista al comité federal, vivió con un profundo enfado toda esta situación, porque si hay algo que quería evitar a toda costa es que su marcha natural de la ejecutiva andaluza tuviera alguna repercusión en el congreso de José Antonio Griñán.

Este episodio, que todos coincidieron en calificar de "anécdota" y algunos de "mala gestión" por parte de Cabaña, tuvo nula repercusión en la votación de la dirección, que salió con el respaldo del 97,3% de los delegados.

Aunque la comisión permanente es más reducida que la anterior (de 22 a 10), figuran otros 16 secretarios con responsabilidades concretas y hasta 15 vocales. Entre estos figuran los consejeros Mar Moreno, Clara Aguilera, Cinta Castillo y Juan Espadas, la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, la consejera de Estado, Amparo Rubiales, y el economista José Sánchez Maldonado. En total hay 41 personas, seis más que en la anterior.