La policía investiga si hay relación entre 'okupas' y el entorno 'abertzale'

Las tensiones entre los okupas de Casas Viejas y la Policía se avivaron ayer después de que fuentes de la Jefatura Superior de la policía sevillana hiciera público que está investigando la "posible relación" entre el movimiento okupa de la capital y el entorno de la izquierda abertzale.

"La investigación se ha iniciado por un conjunto de hechos, sobre todo por los precedentes de vinculación entre el entorno abertzale y algunas personas del movimiento okupa en Sevilla", aseguró un portavoz del Cuerpo Nacional de Policía. Los okupas, por su parte, negaron esta relación y retaron a los agentes a "acusar formalmente" a las personas de las que dice sospechar.

Según el portavoz policial, la investigación se puso en marcha después de que en el edificio desalojado el jueves se hallaran "carteles, panfletos y documentación informática" en euskera. Además, según estas fuentes, "está acreditado" que "algunas personas del movimiento okupa tuvieron conexión en el pasado" con el entorno abertzale. "Se quiere ver qué tipo de relación es, si es que la hay", explicó este portavoz.

Según esta fuente, la investigación, que corre a cargo de la Brigada de Información, tendrá que determinar también quién ha asesorado a los okupas para construir el zulo al que se encadenaron dos personas para impedir su desalojo.

Una fuente de la Brigada de Información de la Policía, sin embargo, señaló que en el inmueble desalojado no se ha encontrado "nada raro" que haga pensar en una vinculación real entre los okupas y la izquiera abertzale. Según esta fuente, los documentos en vasco eran de "escasa trascendencia" y referían, sobre todo, contenidos de temática "antisistema", que no puede relacionarse con la actividad de movimientos abertzales ni con el entorno de ETA.

Los portavoces de los okupas calificaron de "increíble" y "sorprendente" la sospecha lanzada por la Jefatura Superior de Policía. El colectivo Casas Viejas difundió ayer un comunicado en el que exigen una "rectificación pública" a la policía. "Estas manifestaciones han sido realizadas sin base alguna, con un claro desprecio a la verdad y con la única intención de desprestigiar al movimiento", recoge el documento.

Los activistas y simpatizantes de este colectivo intentaron hacer ayer memoria de los objetos que se han quedado en el edificio y que hayan podido servir de base a la policía para iniciar su investigación. Según Ricardo, uno de los portavoces de este colectivo, sólo se les ocurrieron tres posibilidades: un libro de Bernardo Atxaga; un cartel de una acampada ecologista celebrada en verano en el País Vasco y cuya información aparece en castellano y en euskera; y los apuntes de una activista que estudia vasco. "Pero también había carteles en catalán y gallego y nadie sospecha nada raro por ello", señaló este portavoz.

El colectivo que se opone al reciente desalojo puso ayer en marcha una nueva medida de protesta: dos escaladores simpatizantes de Casas Viejas se subieron a primera hora de la mañana al punto más alto del Puente del V Centenario (y el punto más alto de Sevilla capital), situado a 120 metros de altura, y desplegaron una pancarta con el lema "Casas Viejas resiste". Los dos escaladores llevan comida y agua para cinco días, ropa de abrigo y sacos de dormir.

Un portavoz de los okupas aseguró que ya hay otros miembros de este colectivo "dispuestos y preparados" para sustituir a los dos que ayer iniciaron la protesta para que ésta pueda prolongarse hasta que consigan su objetivo: que se retiren los cargos contra los dos okupas que permanecieron encadenados al zulo y otros cuatro que intentaron evitar la intervención policial.