El número de inmigrantes ilegales muertos se reduce casi a la mitad
Apdha cifra en 581 los 'sin papeles' ahogados en 2008
El informe Derechos Humanos en la Frontera Sur 2008, elaborado por la Asociación Proderechos Humanos de Andalucía (Apdha), cuantifica en 581 los fallecidos a causa de la inmigración clandestina durante el año pasado. Son menos que en 2007, en el que el mismo informe contabilizó 921 muertos. Según el colectivo, es la primera vez en muchos años que se contabilizan más cadáveres en la zona del Mediterráneo que en el Atlántico. 342 en el mar, frente a los 239 del océano. Según sus datos, la cifra total de fallecidos se puede acercar a los 3.000, si se añade la estimación sin confirmar de los que nunca llegan a finalizar las travesías del desierto. "No se cuentan en los datos oficiales pero pueden triplicar el número de los que mueren ahogados", afirmó ayer el presidente de la asociación, Rafael Lara.
Los datos de la ONG nunca coinciden con los oficiales aportados por el Ministerio del Interior, aunque este año ambos balances comparten un evidente descenso en el número de inmigrantes llegados a España de forma ilegal y en el número de víctimas. El Gobierno mantiene que han llegado un 25,6% menos inmigrantes que en 2007. Interior repatrió 46.246 inmigrantes, frente a los 55.938 de 2007. Apdha cree que el Ejecutivo utiliza estos datos de "forma triunfalista" cuando, en realidad, esconden "políticas de chantaje".
El informe concluye que de los 494.585 extranjeros contabilizados en España, sólo 8.749 (el 1,8%) proceden del África subsahariana. "No se puede emigrar de forma legal y ordenada desde esos países. El contingente ha resultado un fracaso como sistema de gestión de flujos y hay enormes obstáculos para la reagrupación familiar", reza el documento. "El mito de la inmigración legal y ordenada esconde un verdadero rechazo de afrontar las desigualdades entre Europa y África", añade.
El trabajo de Apdha incluye duras críticas a la política de inmigración del Gobierno y contra la supuesta represión ejercida desde países como Marruecos o Malí. "Se está ayudando a países a condición de que actúen como gendarmes en las fronteras", criticó Lara.
La asociación aboga en este nuevo informe por un nuevo modelo migratorio porque el actual "está abocado al fracaso y viola los derechos humanos". El informe estima que el cierre de fronteras "debe dejar de ser un dogma" y se busquen nuevos modelos de gestión sobre el derecho a la movilidad como norma.
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