La fuerza del documental
Alcances refuerza su apuesta por un género barato y de perfil social
La muestra cinematográfica del Atlántico, Alcances, fundada hace 42 años por Fernando Quiñones, "se ha consolidado como un referente cinematográfico en España e Iberoamérica", según María Vega López, la coordinadora general de la muestra, que anoche arrancó en Cádiz con una gala de apertura marcada por las nuevas tendencias creativas y el recuerdo al que durante 13 años fue su director, Juan José Marchante, fallecido el pasado año.
Alcances insiste en esta edición en una estrategia que ha demostrado su validez en los últimos años, la apuesta por el documental como soporte de expresión visual que permite a los nuevos creadores presentar sus ideas sin un excesivo coste y sin la necesidad de contar con las estructuras de las grandes cadenas distribuidoras.
La muestra estrena los desayunos de trabajo con los realizadores
Historias que no son habitualmente noticias, pero que contienen una enorme carga emocional, como la de un grupo de inmigrantes que trabajan en la campaña agrícola de Jaén, que recoge en Historia de la aceituna, del director Víctor García, o la experiencia de un traficante a pequeña escala que opera desde Marruecos en Hambre/Hachís, de Enrique Bocanegra, son algunas de la que ofrece la sección documental de la muestra.
El ciclo aportará también en formato documental "las otras visiones" de los grandes argumentos informativos del mundo, como la llegada al poder del presidente de EE UU, Barack Obama, bajo la experiencia de los estadounidenses de la clase más baja que plasma American Greyhounds (el nombre de la compañía de autocares baratos que cruzan el país), de Mario Aranguren, o el testimonio de los que diariamente conviven con el conflicto palestino-israelí, que bajo el título de Disparar a un elefante, han rodado Alberto Arce y Mohammad Rujailah.
Además, Alcances prestará especial atención a las producciones de Italia, China y México, donde nuevas generaciones de directores han hecho del soporte documental su forma habitual de expresión.
Son obras manufacturadas "al margen de los avanzados efectos con los que cuenta la industria del cine" y que atrae al espectador precisamente por "el rigor de los contenidos y la naturalidad de la producción", que obliga a los creadores a emplear "la fuerza de su capacidad creativa para lograr impactar con sus obras", señala la organización.
En algunos casos, como el del extremeño José Camello Manzano, que presenta a concurso el documental Despacio, el festival del cine de Cádiz da este año un paso más abriendo la posibilidad de que los aficionados puedan mantener una charla directa con los realizadores en desayunos de trabajo que han quedado inscritos en el programa oficial.
En total, entre documentales, medio y cortometraje, Alcances 2010 presenta 99 obras que optan a premios de 9.000 euros para la primera modalidad y de 6.000 para las otra dos. El jurado concederá también reconocimientos especiales como el que reconocerá el mejor montaje de sonido, valorado con 2.500 euros, o el que financia la RTVA con 1.500. Alcances llenará las salas de cine de Cádiz con sus proyecciones hasta el próximo día 18.
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