El esplendor omeya luce de nuevo
162 piezas arqueológicas forman la colección de la nueva sede de Medina Azahara
Medina Azahara ya cuenta con la Sede Institucional y Área de Gestión Integral que lleva años esperando. La reina Sofía inauguró ayer unas instalaciones que han sufrido varios años de retraso. Iniciado en 2003, se planeaba la inauguración del edificio en 2006. El lugar servirá para reforzar la candidatura de la ciudad a Capital Europea de la Cultura en el año 2016. La reina, acompañada del presidente de la Junta, José Antonio Griñán, la presidenta del Parlamento, Fuensanta Coves, y el alcalde de Córdoba, Andrés Ocaña, entre otras personalidades, visitó la sede, que cuenta con una amplia sala de exposiciones, salón de actos y laboratorios de interpretación y restauración de los restos hallados en Medina, uno de los más importantes y mayores yacimientos arqueológicos del mundo de la Alta Edad Media.
La inauguración del edificio estaba prevista en principio para 2006
El recorrido por el recién estrenado centro de visitantes dura casi una hora
En este primer encuentro, la reina Sofía estuvo guiada por los arquitectos del edificio, Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano, entre otros responsables.
La comitiva paseó por las salas de exposiciones, que albergan una amplia colección de objetos que explican, de manera didáctica, el crisol de gentes y mentalidades que conformó este ejemplo del poder omeya en Al-Andalus, construido por Abderramán III en el siglo X aunque, apenas un siglo después, fue destruido en las oleadas de fanatismo religioso que siguieron a la desintegración del califato.
La exposición, ideada por el director del yacimiento, Antonio Vallejo, y Manuel Acién, profesor de Historia Medieval de la Universidad de Málaga, está compuesta por 162 obras originales de distinta índole, significado, uso, material y valía artística. Entre ellas destacan el conocido cervatillo, un surtidor de fuente considerado pieza única en la orfebrería del siglo X; la jirafita, un recipiente de singular por ser de los pocos de representación zoomorfa que se conserva en el mundo de este tipo; la cajita wallada, de marfil y decorada en toda su superficie a base de motivos vegetales; la arquería ciega, compuesta por un arco completo y parte de otro donde se puede apreciar la rica decoración de sus elementos, así como varios capiteles, ataifores y pilastras. Para la consejera de Cultura, Rosa Torres, la guinda del pastel es esta exposición de piezas originales, que, según ya explicó, "servirá para explicar mejor a la ciudadanía los valores del yacimiento, enriquecer la visita, difundir sus contenidos entre los especialistas y optimizar su vertiente administrativa.
El edificio es único. Concebido como si de un yacimiento arqueológico se tratase, se abre en el suelo, junto al complejo arqueológico. Con ello se limita al máximo el impacto visual, uno de los mayores peligros a los que se ha enfrentado Medina Azahara, rodeada en parte de parcelaciones ilegales. Sólo un mirador se asoma del núcleo para dar una perspectiva, única, del conjunto. La nueva instalación tiene una superficie construida total de 7.293 metros cuadrados, divididos entre los 3.804 de la planta sótano, 3.463 de la planta semisótano y, por la razón expuesta, sólo 26 metros en la primera planta.
El recorrido organizado por la sede requerirá al visitante casi una hora, que se sumará al tiempo que luego se dedicará a pasear el propio conjunto arqueológico. Durante la recepción se hará una breve introducción sobre el itinerario propuesto. De ahí, pasarán al auditorio, con capacidad para unas 200 personas, donde se proyectará un audiovisual sobre la historia de la antigua ciudadela califal, con recreaciones virtuales, de unos 15 minutos de duración. El tour sigue por el museo, el mirador y el área de reserva de piezas arqueológicas, donde se clasifican y disponen los distintos objetos procedentes del yacimiento.
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