Los directivos de Unicaja asumirán este mes la gestión de Cajasur

Unicaja, la octava caja española en depósitos, asumirá en los próximos días la gestión en Cajasur, pese a que jurídicamente ambas entidades son independientes y actúan de manera autónoma hasta que no culmine el proceso de fusión que tienen abierto. Así lo quiere el Banco de España y así lo han acordado las dos cajas, después de cinco días al borde del abismo, en el que el reloj marcaba una amenaza cierta y real de intervención de la caja controlada por la Iglesia católica por parte del supervisor.

La "lógica" y "lo "razonable" se han impuesto en un proceso de unión en el que Unicaja, la entidad más solvente y saneada, se va a hacer cargo de los estropicios de los gestores de Cajasur, para lo que han pedido ayudas del Fondo de Garantía de Depósitos, al que han solicitado 1.050 millones de euros. Esta cantidad debe tener el visto bueno de la Comisión Europea.

El Banco de España ha pedido que la entidad malagueña asuma ya el control

"Va a haber un acoplamiento de equipos en los próximos días y se va poner en común la gestión y las personas, pero llevando la gestión desde Unicaja", aseguraron fuentes del proceso de negociación, que no despejaron de qué manera se articulará esta decisión. Otras fuentes también consideran "probable" que directivos de Unicaja asistan a las reuniones del Consejo de Administración de Cajasur una vez que ambos consejos den el visto bueno al acuerdo de fusión.

Aunque las dos entidades se intercambiaron en el mes de septiembre documentos confidenciales, varias fuentes coinciden en señalar las fuertes resistencias mostradas por el llamado sector institucional de Cajasur, ligado al Cabildo catedralicio de Córdoba, a dar información limpia y sin filtros a Unicaja, frente a la actitud colaboradora del llamado sector profesional, que encabeza el director general, Antonio Barral.

Esta desconfianza, según aprecian fuentes de las dos cajas, se ha esfumado. "El sentido de la jerarquía en Cajasur ha cambiado desde el martes; el cambio es radical, ha habido una catarsis irreversible", afirmaron fuentes de la entidad cordobesa. Ese día la mayoría del Consejo de Administración se desdijo y aprobó el plan de negocios conjunto de la fusión, ante la advertencia del Banco de España de intervenir la entidad dada la situación de quiebra en la que se encuentra. "Hay una actitud radicalmente distinta, como de la noche al día. Cajasur podía haber seguido jugando a la contra y eso se ha acabado", opinaron fuentes de la entidad malagueña.

También ha desaparecido la honda preocupación por la retirada de fondos mayor al habitual que se produjo en las oficinas de Cajasur el pasado viernes, pero sobre todo el lunes, donde hubo "un repunte", según las citadas fuentes, y donde los directores de las sucursales recibieron muchas llamadas de inquietud. Tras trascender el acuerdo del lunes por la noche entre Braulio Medel (Unicaja) y Santiago Gómez Sierra (Cajasur) de continuar con la fusión, el peligro se conjuró.

De todas formas, aun quedan por cubrir varias etapas para que se pueda dar por cerrado el proceso de concentración, que deberá culminar con la aprobación por dos tercios de las asambleas de las cajas. Al ser una mayoría reforzada este trámite no es uno más, porque requiere un trabajo fino de acoplamiento de intereses para evitar sorpresas.

Por ahora, no hay plazos establecidos, aunque desde Córdoba se pretende que los consejos de administración se convoquen en diciembre. Sin embargo, en la agenda de la caja que preside Braulio Medel hay una prioridad: el 19 las asambleas de Unicaja y Jaén tienen previsto dar el visto bueno a su unión.