Las detenciones bajan un 60% por la huelga de celo de los agentes policiales
Los sindicatos sostienen que la seguridad ciudadana resulta afectada
Si los cacos ven las noticias, el miércoles y jueves pasado sus actuaciones deben haber aumentado. Los agentes de la Policía Nacional han seguido una huelga de celo que ha afectado a la seguridad de las ciudades andaluzas, donde las detenciones han descendido un 60%, según los cinco sindicatos policiales convocantes.
En las 12 principales ciudades durante esos dos días sólo se registraron 150 detenciones, mientras que la media ronda las 356. Además, en alguna localidad como Estepona (Málaga), las denuncias por hurtos y robos crecieron un 70%.
Los agentes se quejan de sus sueldos ante policía local y autonómica
La prevención del delito por iniciativa propia se redujo de manera drástica
Las protestas continuarán todos los miércoles y jueves de julio, y buscan una mejora salarial de los funcionarios policiales de todo el país (el sueldo ronda los 1.400 euros). Los agentes se sienten discriminados frente a las retribuciones de los agentes locales y autonómicos. Los cinco sindicatos que secundan las protestas aseguran que el seguimiento entre los 10.000 agentes en Andalucía ha sido casi total.
La huelga de celo se ha traducido en que los agentes siguen el reglamento de manera escrupulosa, y pese a que acuden cuando son requeridos para intervenciones, la prevención del delito por iniciativa propia se ha reducido de manera drástica. "Los partes se entregan en blanco y no es sólo importante el descenso, sino que esa iniciativa está reducida a cero", resume un portavoz de la unidad de acción sindical en Andalucía.
Las cifras cantan: si en Sevilla se produjeron 44 detenciones cuando la media ronda los 90 arrestos, en Marbella sólo hubo cuatro detenciones cuando la media alcanza la veintena. En Málaga se registraron 31 detenciones cuando en dos días se alcanzan los 75 arrestos. En ciudades como Cádiz y Huelva el seguimiento del parón de actividad fue de un 40%, mientras que en Córdoba se rebajó al 20%.
Si el Ministerio del Interior no atiende a sus reclamaciones, los sindicatos continuarán con sus protestas salvo en agosto, cuando harán una salvedad por la afluencia turística. "No somos kamikazes, porque la ley nos ampara. Pero como no le pongan freno, esto va a peor porque los compañeros nos ayudan mucho y los ciudadanos lo van a notar en sus denuncias", destacó Fernando Calderón, del sindicato CEP. De momento, la Dirección General de la Policía no valora los efectos de la huelga de celo.
La equiparación salarial solicitada es un caballo de batalla que según los sindicatos no debe olvidarse pese a la crisis, ya que el Gobierno negocia con las comunidades autónomas y ayuntamientos la transferencia de 7.000 millones. "Nuestra demanda es justa. Y no somos insolidarios. Otros cuerpos policiales con menos preparación, riesgo, movilidad y peligrosidad perciben salarios superiores a los nuestros y es inmoral desde una visión ética de la política", argumentan los sindicatos.
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