Los arqueólogos toman Alfacar

Setenta y tres años después del asesinato del poeta Federico García Lorca, los banderilleros anarquistas Francisco Galadí y Joaquín Arcollas, y el maestro republicano Dióscoro Galindo se abre la tierra en la que supuestamente yacen sus restos. Tras un largo embrollo judicial, la vía administrativa permite hoy comenzar con los trabajos de excavación en cuatro de las seis posibles fosas del paraje de Fuente Grande, en Alfacar, a nueve kilómetros de Granada, donde los geofísicos han localizado los posibles enterramientos.

Los trabajos en esta fase se prolongarán dos meses, según la previsión de la Asociación granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), que puso en marcha este proceso atendiendo la petición de las familias de Galadí y Galindo, si bien esta última, por divisiones internas, no ha solicitado, de momento, la identificación de los restos del maestro de Pulianas. Los herederos de García Lorca se han opuesto durante años a la exhumación, pero recientemente han flexibilizado su postura y han hecho público que se reservan el derecho a identificar sus restos.

Los trabajos de exhumación se prolongarán dos meses

Ayer se ultimaban los preparativos en el parque que lleva el nombre del poeta -declarado este mes lugar apto para el enterramiento- y se delimitaron exactamente las cuatro primeras posibles fosas en las que intervendrán a partir de hoy tres arqueólogos dirigidos por Francisco Carrión. Una carpa que cubre una superficie de 200 metros cuadrados y tiene siete de altura preserva la intimidad de los trabajos y protege el terreno del mal tiempo.

Las excepcionales medidas adoptadas en este caso impedirán el acceso a las exhumaciones en Alfacar. También a los familiares de las víctimas, aunque a éstos se les irá informando sobre cómo transcurre el proceso.

Será la Junta de Andalucía, que subvenciona los trabajos y ha firmado un convenio a cinco bandas en el que exige confidencialidad a los intervinientes, la que distribuya la información al término de cada fase.

Los arqueólogos excavarán manualmente fosa por fosa y los restos óseos que hallen se irán trasladando al Laboratorio de Identificación Genética de la Universidad de Granada. Los restos se individualizarán y probablemente se encuentren más de los buscados, lo que ralentizaría los plazos. Además de Galadí y Arcollas -al que ha pedido identificarlo la CGT como "familia ideológica", ya que no se conoce que tenga descendencia-, en el paraje se buscan los restos del inspector de tributos Fermín Roldán y del restaurador Miguel Cobo, cuyas familias así lo han solicitado a la Consejería de Justicia.

El Caracolar, emplazamiento situado a unos 400 metros del que se va a intervenir, no será excavado finalmente, pese a la previsión inicial. "Tenemos peticiones en otras fosas y no podemos centrar todos los esfuerzos en la misma", argumentó ayer la presidenta de la ARMH, Maribel Brenes.