Diez años tras el sueño olímpico
Sevilla intentó tres veces albergar unos Juegos a los que aún aspira
El pebetero olímpico se apagará hoy en Pekín. Hace 16 años, cuando también se apagó en Barcelona, un sevillano pensó que Sevilla podría ser olímpica. Alejandro Rojas-Marcos, alcalde entre 1991 y 1995 y teniente de alcalde entre 1995 y 1999, fue la persona que impulsó el sueño olímpico de Sevilla, que duraría diez años. La ciudad se había abierto al río Guadalquivir y había descubierto la Isla de la Cartuja gracias a la Exposición Universal. Pero la insuficiente capacidad hotelera, el tamaño de la ciudad y los diferentes intereses que se mueven detrás de la elección de la ciudad olímpica impidieron que Sevilla fuera elegida. Tres intentos -Barcelona lo intentó en cuatro ocasiones: 1924, 1936, 1972 y 1992- que colocaron a la ciudad en el mapa deportivo mundial. "La candidatura ha dejado una ciudad que vive para el deporte", explica Alfonso Seoane, medallista olímpico en 1976 y director de la oficina olímpica de Sevilla 2008 y 2012. Los Mundiales de Atletismo de 1999 celebrados en la capital andaluza, así lo atestiguan. "Cualquier candidatura es un sueño. Un camino muy largo, una carrera de fondo", añade Seoane.
Sevilla se encontró con dos obstáculos: su tamaño y la falta de plazas hoteleras
El primer horizonte de Sevilla 2004 se situó en marzo de 1997. Alejandro Rojas Marcos -que no quiso atender a este periódico- consiguió, en aquellos años noventa de recesión económica, los apoyos políticos y sociales necesarios para tirar adelante el proyecto. "Fue un intento muy difícil, Sevilla compitió con grandes ciudades, pero se dieron buenas condiciones para afrontar unos Juegos Olímpicos. La ciudad contaba con las infraestructuras ya construidas para la Expo", explica Soledad Becerril, alcaldesa de Sevilla con el PP entre 1995 y 1999. La Oficina Olímpica de Sevilla 2004 estimó una primera inversión de 328 millones de euros. Pero la ciudad no pasó el primer corte. "El proyectó nació cojo por el obstáculo del número de habitantes, el tamaño de la ciudad y las plazas hoteleras", explica Herminio Menéndez, responsable de la oficina Olímpica para Sevilla 2012.
No se tiró la toalla. Sevilla apostó de nuevo por organizar los Juegos Olímpicos. La construcción del Estadio de La Cartuja, acabado en 1999, fue el emblema estrella para 2008. La nueva candidatura, con Alfredo Sánchez Monteseirín a la cabeza, fue una repetición de Sevilla 2004 con algunos cambios, pero con las mismas carencias: 22.000 plazas hoteleras ante las 42.000 que demandaba el COI. "La carta de presentación técnica de Sevilla era muy buena. Pero competir contra Pekín era muy difícil", recuerda Seoane. Esta vez tampoco se consiguió.
El objetivo se puso en 2012, pero Sevilla se topó con el sueño olímpico de Madrid. Tras varias disputas públicas y sin acuerdo entre las ciudades, el Comité Olímpico Español apostó por Madrid en 2002. Monteseirín no contó con el apoyo político y social de sus antecesores. Aún hoy, el alcalde no descarta que un día Sevilla sea olímpica. Aunque "no está entre nuestras prioridades", dijo recientemente.
El estadio que inició la discordia
Unas semanas antes de que Sevilla fuera eliminada para organizar los Juegos de 2004, se iniciaron las obras de construcción del Estadio de La Cartuja. Una obra de 139 millones, de los que 25 salieron de las arcas municipales. "La obra del Estadio de La Cartuja se precipitó. Lo vi entonces y lo veo ahora. Una obra de gran envergadura. Sevilla no estaba preparada", explica Soledad Becerril. Durante su mandato, Alejandro Rojas Marcos fue el gran impulsor de su construcción.
Se inauguró en 1999, unos meses antes de la celebración de los Mundiales de atletismo. Después llegarían las dudas y las deudas. La posibilidad de que Sevilla y Betis compartieran el recinto se cerró tras los convenios que ambos clubes firmaron con el Ayuntamiento en 2003 para recalificar sus terrenos. Ambas entidades se embolsarían entre 25 y 30 millones de euros. Hoy, el recinto tiene alquiladas oficinas a varias federaciones deportivas andaluzas y alberga el Hotel Isla Cartuja.
Los números de la candidatura olímpica
- Sevilla 2004. La Oficina Olímpica de Sevilla 2004 presupuestó la inversión incial en 328 millones de euros para instalaciones. De éstos, 252 millones se destinarían a instalaciones deportivas, 53 para residencias y 22 para servicios.
- Sevilla 2008. Las estimaciones en el año 2000 de la Oficina Olímpica para la organización de los Juegos eran de entre 300 y 400 millones de euros.
- Sevilla 2012. Los responsables de la candidatura olímpica presupuestaron una inversión inicial de 1.126 millones en comunicaciones. La inversión para instalaciones deportivas y residencias se estimaron en 347 millones de euros
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