Cuatro años y medio de prisión por un intento de agresión a Teófila Martínez
La Audiencia condena a un ciudadano italiano por atentado contra la alcaldesa
La vida de Simone Righi, un italiano que con su pareja y sus perros viajaba por España, dio un vuelco el 7 de octubre de 2007, cuando participó en una manifestación contra la perrera donde habían muerto sus animales. La protesta derivó en un enfrentamiento con el cordón de seguridad que protegía a la Corporación de Cádiz. Righi fue detenido por intentar agredir a la alcaldesa, Teófila Martínez, y pasó dos meses en prisión preventiva. Siempre ha negado ese acto violento pero la Audiencia de Cádiz no le ha creído y en una sentencia notificada ayer le condena a cuatro años de prisión.
La Audiencia también condena a una vecina de Cádiz, Isabel Somoscarrera, a cuatro años y medio de prisión por haber golpeado a la edil del PP Carmen Obregón en el transcurso de la manifestación.
Los hechos se remontan al día de la patrona de Cádiz de 2007. Decenas de personas se concentraban frente el Ayuntamiento gaditano para exigir el cierre de la perrera de la localidad vecina de Puerto Real, donde se habían denunciado sacrificios ilegales de animales. Fue entonces cuando varios de los asistentes desvelaron que la alcaldesa no estaba en el Consistorio sino en una misa en honor de la patrona. El revuelo fue enorme y la salida de la iglesia se convirtió en una trifulca.
Simone Righi estaba en la protesta porque sus tres perros, Holly, Vito y Maggie, habían muerto en esa perrera. "Estaba indignado y pedía justicia", reconoció en el juicio. Según los policías y varios ediles del PP, era el que más aspavientos hacia contra la alcaldesa y, cuando la tuvo cerca, intentó pegarle. Así lo da como válido la sentencia de la Audiencia Provincial. "Simone Righi presentaba una actitud agresiva y vociferante contra la alcaldesa. Le gritó "asesina" e "hija de puta", avanzó hacia ella con la firme intención de agredirla, se abalanzó sobre ella pero se encontró en su camino al concejal Ignacio Romaní, al que empujó con ambas manos. Tiró un puñetazo a la alcaldesa, cuyo impacto evitó el escolta", reza el texto de hechos probados.
Para la sala el acusado conocía perfectamente la condición de alcaldesa de Teófila Martínez en el momento de la agresión, por lo que estima el delito de atentado.
La fiscalía y la acusación particular ejercida por el Ayuntamiento habían solicitado casi diez años de cárcel porque argumentaba que los golpes recibidos por el edil Ignacio Romaní también fueron constitutivos de un segundo delito de atentado.
La Audiencia no lo ve así y considera que todo fue una única acción, de ahí que fije una pena de cuatro años y medio de prisión por los delitos de atentado y resistencia, además de imponer una multa económica de 632 euros por una falta de lesiones a tres agentes de la policía.
La sentencia no ha tenido en cuenta la declaración de Teófila Martínez durante el juicio, cuando no fue capaz de aclarar si vio o no a quien le intentó agredir, algo que sí hizo en la rueda de reconocimiento ante la policía días después de los altercados.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.