Griñán convoca al PSOE a la reforma
- El nuevo secretario general obtiene el respaldo del 99,8% de los delegados - El líder de los socialistas lanza una apelación a la unidad del partido
Los casi 30 años ininterrumpidos de gobiernos socialistas en Andalucía no son un lastre, sino un aval ante los andaluces, pero el PSOE necesita cambio, innovación y reformismo. Éste es en síntesis el mensaje con el que José Antonio Griñán presentó ayer su candidatura a la secretaría general del PSOE de Andalucía, cargo en el que resultó elegido con el 99,8% de los votos, el mayor porcentaje alcanzado nunca por un líder socialista andaluz desde que se elige en votación secreta. Sólo hubo un voto en blanco y se cree que fue el suyo.
Griñán tuvo mucho cuidado en que sus palabras acerca del partido que pretende pilotar no fueran entendidas como una reproche a la gestión de su antecesor tanto en la presidencia de la Junta como en la dirección del partido, Manuel Chaves, muy emocionado durante su despedida. Pero Griñán no es Chaves -de ahí el punto de incertidumbre que tienen muchos en el PSOE- y quiere un partido en el que se prime el mérito y la capacidad y "contar con los mejores" para acercarse a una Andalucía "más formada", "urbana" y "cosmopolita".
El interés de los delegados estaba en el inminente cambio de Gobierno
"No podemos resignarnos a que esta nueva ciudadanía se pueda alejar del PSOE". Y para evitar esa desafección que las encuestas publicadas en el último mes han señalado, el nuevo líder del PSOE quiere que su partido "evolucione", se "haga atractivo", "enamore cada día a Andalucía" con otro discurso en el que no sólo hay que hablar de la protección social, "espina dorsal del proyecto socialista". A esta bandera que considera de los socialistas, Griñán quiere añadir el del la responsabilidad y el de "ayudar a los que se ayudan", combatiendo "el fraude en las prestaciones sociales".
En clave exclusivamente interna, Griñán consideró prioritario contar con un partido "unido", una apelación que el anterior equipo de dirigentes no llega a entender bien porque desde hace muchos años en el PSOE andaluz no se mueve ni un hoja. Y apuntó que el nuevo equilibrio que él persigue en el PSOE no será por un reparto de cuotas territoriales. Uno de los éxitos de Manuel Chaves ha sido precisamente el contentar a las poderosas organizaciones provinciales de Andalucía cada vez que había que formar gobiernos, ejecutivas u órganos de la comunidad. "Equilibrio, sí", dijo Griñán, para a renglón seguido apuntar: "Que no es mero reparto".
El altísimo apoyo logrado por Griñán como secretario general le va a permitir impulsar el cambio que persigue en la Administración de la Junta, donde quiere reducir a la mitad las delegaciones provinciales y primar también a los mejores para los puestos institucionales. Pero está por ver con qué ánimo salen los delegados socialistas de su primer congreso extraordinario, donde han entrado con un estado de necesidad de "acertar" para no perder la confianza de los andaluces. De cómo administre Griñán este enorme caudal de respaldo interno dependerá que las dudas que ha generado en algunos dirigentes por las llamadas "cosas de Pepe Griñán" -como el anuncio de la renuncia de Alfredo Sánchez Monteseirín a la alcaldía de Sevilla- vayan a más o a menos.
A partir de ahora, Griñán será el responsable de lo bueno y lo malo que ocurra en el PSOE y su primera prueba de fuego electoral la tendrá dentro de un año con las elecciones municipales, donde las perspectivas del PSOE, especialmente en las capitales, son bastante pesimistas.
En este sentido, la mayoría de los secretarios generales provinciales pidieron a los delegados que no "se amilanen", ni "acomplejen" y a que pongan "el reloj del PSOE en hora", como señalaron los jefes de las delegaciones de Sevilla, Huelva, Málaga y Granada.
Al cierre de esta edición, Griñán y Rafael Velasco, como nuevo hombre fuerte del partido, negociaban con los jefes de delegación la futura ejecutiva, en la que la consejera de Cultura, Rosa Torres, figura como presidenta del PSOE andaluz. También trascendió la oferta de Griñán al hasta ahora vicesecretario general, Luis Pizarro, para que presida de forma permanente el comité director.
Sin embargo, el interés de los delegados no estaba tanto en conocer las nuevas voces del partido, como en la inminente remodelación del Gobierno andaluz que se producirá muy probablemente dentro de dos semanas. Sería la cuarta en dos años. Todas las miradas están puestas en la Consejería de la Presidencia.
Claves del discurso
- "Necesito un partido fuerte, unido, cohesionado"
"Somos un partido en el que no sobra nadie y en el que todos juntos encontraremos el equilibrio. Equilibrio, sí. Que no es mero reparto"
"Nos dejan de votar por desencanto o decepción"
"A veces nuestro discurso y nuestra práctica no ha sabido transmitir de forma clara nuestro apoyo al espíritu emprendedor"
"Tenemos que evolucionar, igual que lo hace la sociedad"
"No quiero ni una cuesta empinada para las mujeres"
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