Bienes públicos, usuarios privados
Juan Antonio Roca usaba un chófer del Ayuntamiento para transportar a sus familiares el fin de semana
Adrián M. V entró a trabajar en 2003 como personal fijo en el Ayuntamiento de Marbella. "En ese mismo momento el señor Roca me nombró su chofer personal", contó a la policía el pasado 11 de mayo. Sin embargo, su puesto no sólo consistía en transportar por la ciudad al encarcelado cerebro de la trama de corrupción en Marbella. "En ocasiones el señor Roca requería mis servicios durante el fin de semana para trasladarse con su familia a Los Alcázares y a la finca La Loma, en Murcia, o al Rocío. Otras veces le llevaba a Sevilla a los toros o a la feria". Adrián percibía un pago en metálico por estos servicios, que se realizaban en un Mercedes, en el que a veces Roca era acompañado por su familia o por su amigo y presunto testaferro Óscar Benavente.
Este uso poco ortodoxo de los servicios de chófer es uno de los ejemplos de utilización de bienes públicos y personal municipal para fines poco confesables. "A veces el señor Roca me pedía que trasladara al aeropuerto o a la estación de Renfe a personas que habían acudido a reunirse con él en Planeamiento", recordó el conductor de confianza de Roca -el ex asesor urbanístico le confiaba el transporte de sus maletines- a los agentes. En otras ocasiones, Adrián asegura haber ido a recoger a Roca y a su esposa a un restaurante en el que comen juntos habitualmente.
La asesora jurídica de Urbanismo Maria Antonia Castañón también fue requerida por Roca para un servicio extraordinario, lo que le permitió ser testigo directo de uno de los acontecimientos más sonados de la vida política marbellí en los últimos años: la moción de censura contra Julián Muñoz en agosto de 2003.
"Roca me confesó que tenía preparada una moción de censura con los gilistas afines a Jesús Gil, el PSOE y el PA. Me dijo que el texto lo habían preparado otros abogados en la notaría de don José María García Urbano y que tenía miedo a que tuviera algún defecto de forma que impidiera su admisión, por lo que examiné el texto. En un momento Roca salió de una reunión para preguntarme si había leido el texto y si el notario y yo lo encontrábamos conforme a derecho", contó Castañón en una ampliación de declaración ante el grupo de blanqueo de la Policía el pasado 26 de abril.
Otro uso fraudulento de bienes públicos tiene que ver con la compra de coches de lujo para los hijos de la ex alcaldesa Marisol Yagüe con fondos municipales aportados por el ex concejal de Transporte Victoriano Rodríguez.
Además de pistas sobre usos espurios de bienes públicos, la apertura de nuevos tomos del sumario del caso Malaya ha dado nuevas pinceladas sobre la obsesión que tiene Juan Antonio Roca por la seguridad. En un segundo registro efectuado por la Policía en la finca La Loma, los agentes hallaron 199.800 euros "en el interior de una cámara acorazada oculta tras un mueble librería que tenía instalado un dispositivo de apertura oculto".
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