Galenos históricos

El ingenio popular le dedicó un romance, los Reyes Católicos le confiaron su salud y hasta gozó de los favores de Dios al ser designado como uno de sus representantes en la tierra cuando en 1521 fue elegido obispo de Almería. Juan de la Parra, alcalde mayor de médicos y cirujanos durante el siglo XVI, es sólo uno más de los antiguos profesionales de la medicina cuya memoria ha rescatado José Antonio García Ramos en su libro Notas y noticias documentales sobre médicos almerienses de los siglos XVI al XVIII.El autor de este trabajo, nacido en 1946 en el municipio almeriense de Fines, lleva décadas compaginando su profesión como médico titular de Albox (Almería) con la afición por la literatura y la inquietud por la investigación científica e histórica sobre aquellos que, muchos siglos atrás, practicaron la medicina en la provincia.

Juan de la Parra, aquel médico que llegó a obispo, el mismo que se embolsó 10.000 maravedíes por viajar a Sicilia y pronosticar, tras asistirlo, que a don Juan, el hijo enfermo de los Reyes Católicos, sólo le quedaban tres horas de vida, está entre los profesionales más ilustres de los que José Antonio García Ramos da cuenta en su libro.

Pero la investigación realizada por este médico de pueblo, miembro de la Sociedad Española de Historia de la Medicina, va más allá de una simple recopilación de los médicos que ejercieron en la época estudiada.

García Ramos ha recuperado también datos y anécdotas con las que resulta más fácil conocer algunos de los aspectos de la sociedad almeriense de siglos pasados.

El libro recoge, por ejemplo, referencias a temas que, aunque en aquellos siglos podían admitirse como normales, el tiempo se encargó de demonizar. Es el caso de la figura de los bearneses, curanderos cuya especialidad era castrar a los niños que padecían una hernia inguinal. Durante el siglo XVIII algunos médicos almerienses fueron interrogados sobre estas prácticas. Raimundo de Campos (1728-1779), cirujado del obispo de Sanz y Torres, fue uno de los que negó la existencia de bearneses en Almería. Testimonio que, sin embargo, puso en duda otro médico de la época, Joseph Pujol, quien, entre los días 10 y 15 de febrero de 1783, manifestó tener noticia de esos curanderos, "pero siempre fuera de la ciudad y su corregimiento".

Ésta y otras referencias sustentan la teoría del autor, para quien el periodo histórico vivido en Almería entre los siglos XVI y XVIII fue calificarse de "oscuro".

Desde el físico Maestre Alonso -primer médico cristiano de la Almería mudéjar tras la conquista de los Reyes Católicos en 1489- hasta Vicente Pallarés -médico que ejerció en Albox durante el último cuarto del siglo XVIII-, pasando por la referencia a cirujanos y doctores moriscos del siglo XVI, el estudio se presenta como un cuidado compendio de la medicina en Almería. José Antonio García Ramos trabaja ya en un libro que recopilará la historia de los médicos desde el siglo X y otro estudio sobre la actuación sanitaria en Almería durante la guerra civil.

"Siempre fui un enamorado de los temas literarios e históricos. Y creo en el médico como humanista. Por eso me decidí a compaginar mi profesión con la investigación científica e histórica de la medicina almeriense", explica José Antonio García Ramos, un doctor de pueblo que lucha a diario por mantener el espíritu de aquellos viejos médicos rurales, que en ocasiones curaban más ejerciendo como confesores y amigos que poniendo en práctica sus múltiples conocimientos científicos.