La red lucha por el asilo de las estrellas
El centro gestionado por Spielberg y Douglas, entre otros, cierra por falta de fondos
Muchos de ellos ni tocaron un ordenador en sus vidas. Menos todavía Internet. Pero los blogueros son los mejores aliados del centenar de ancianos que tras dejarse la piel en Hollywood serán olvidados por la misma industria para la que trabajaron. No son lo que se dice famosos, aunque por la residencia de Woodland Hills (California), al otro lado de Beverly Hills, han pasado nombres conocidos como el director y productor Stanley Kramer, el doctor Bones de Star Trek, DeForest Kelly; la madre de La familia Munster, Yvonne De Carlo, o el creador de Betty Boop, Max Fleischer.
Más de cincuenta años de historia detrás del hospital y asilo creados, como el resto de los centros de la Fundación Benéfica del Cine y la Televisión, bajo el eslogan "cuidar de los nuestros". Promesa rota a finales de año con el anunciado cierre de la residencia.
Los que están detrás de la fundación, que incluye a Jeffrey Katzenberg, Steven Spielberg o Michael Douglas en su junta directiva, aducen la crisis económica para justificar el cierre. Los más de 200 empleados del centro, los familiares del centenar de jubilados que se verán afectados y, sobre todo, los blogs que les han dado voz piensan de otro modo. "Mueren seis desde el anuncio del cierre de la residencia", titula Sharon Waxman desde TheWrap.com; Nikki Finke, también comentarista de Hollywood, desde DeadlineHollywoodDaily.com asegura que es "interesante" cómo los grandes de la industria se olvidan de "sus viejos, de sus enfermos y de sus trabajadores una vez usados". Para este grupo es la mala gestión y no la crisis económica la que está detrás del cierre. También, la falta de voluntad de los peces gordos de Hollywood al frente de una de las pocas industrias que incluso en plena recesión sigue ganando dinero.
El cierre de la residencia desafía las razones de su creación, como el resto de los centros de la fundación nacidos a iniciativa de Charles Chaplin, Mary Pickford, Douglas Fairbanks y D. W. Griffith. Ellos fueron quienes comenzaron una colecta entre todos los miembros de la industria del cine para ayudar a esos otros miembros de Hollywood en horas flacas. Una iniciativa que años más tarde mantiene uno de los programas de pensiones y asistencia médica mejores del país, pero que el último año no ha sido inmune a los problemas económicos, con una reducción en ayudas y donaciones.
Razones todas ellas suficientes, en opinión de la fundación, para el cierre del asilo, porque así, según sus gestores, podrán continuar con el resto de sus gestiones de ayuda y asistencia. Lo que en términos militares se llamarían daños colaterales.
En cambio, para los blogueros es la causa perfecta para demostrar su poder en Hollywood desde sus recién creados foros cibernéticos. En Facebook son cerca de 400 los que están en contra del cierre de la residencia. Pero llevan cero dólares recaudados hasta la fecha.
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