Paul gleason, actor

El actor estadounidense Paul Gleason, uno de los rostros más identificables del cine comercial estadounidense en los años ochenta y noventa, murió el 27 de mayo en Miami, a los 62 años, a causa de un cáncer de pulmón. Gleason había nacido en Nueva Jersey el 4 de mayo de 1944. Más de 80 películas avalan la trayectoria profesional de un actor que nunca superó el estatus de secundario, pero que recuerdan los aficionados gracias a filmes como El club de los cinco y La jungla de cristal.

Antes de dedicarse al mundo del espectáculo, el veinteañero Paul Gleason había mostrado sus dotes atléticas jugando al béisbol en varios equipos de las ligas menores en el Estado de Florida. Su carrera interpretativa se inició de la mano del legendario Lee Strasberg en la no menos mítica escuela del Actor's Studio.

Gleason debutó en el cine, con sólo 21 años, en una oscura comedia de 1965, Winter a Go-Go, dirigida por Richard Benedict; poco a poco fue haciéndose un hueco en el mundo hollywoodiense gracias a su participación en decenas de series de televisión como Misión imposible, Colombo y, especialmente All my children. Nunca olvidaría sus orígenes televisivos y continuaría trabajando en el medio con regularidad y casi hasta hoy mismo, interviniendo en los últimos años en producciones tan populares como Dawson crece, Seinfeld y Friends. Y es que resulta difícil encontrar una serie de los últimos 30 años en la que no participase siquiera ocasionalmente. Corrupción en Miami, Dallas, Falcon Crest, El equipo A... una lista interminable.

Paul Gleason era un actor de los de antes, un profesional que alternaba con total naturalidad cine, teatro y televisión: en Broadway, debutó en 1971, junto a Maureen Stapleton, en la obra de Neil Simon The Gingerbread Lady (1971). Al año siguiente ya participaba en el regreso a las tablas de Primera plana, con John Lithgow y Richard Thomas, representada en Los Ángeles y Nueva York. Pero fue en los ochenta cuando Paul Gleason se convirtió en un actor popular para el gran público; directores de todo tipo lo contrataban para sus películas, seguros de su solvencia, a menudo en papeles de villano.

Su polivalencia se demuestra a las claras en personajes como el detestable Clarence Beeks de Entre pillos anda el juego (1983), de John Landis, o en su memorable interpretación del amargado profesor de instituto que castiga a cinco adolescentes volcando en ellos sus frustraciones como maestro en El club de los cinco (1985), de John Hughes. En 1988 participó en el éxito comercial La jungla de cristal, donde muestra todo su talento al componer un patético personaje como jefe de policía.

Actor estajanovista, desde los años noventa participó en cerca de 20 películas, casi todas ellas productos mediocres, encasillado en un estatus de "actor para todo". A Paul Gleason quizá le faltó la suerte que sí tuvieron otros colegas, también eternos secundarios, a la hora de atrapar un personaje o un título que lo relanzase hacia categorías superiores.