Matías Prats, pionero de la radio española
El periodista Matías Prats Cañete, una voz inconfundible de la radio española, falleció ayer por la noche a los 90 años de edad en la Fundación Jiménez Díaz, en la que había sido ingresado el pasado 26 de mayo para ser tratado de un problema de riñón del que no pudo recuperarse. En el momento del fallecimiento, junto a Matías Prats, que estaba desde hace días en estado de semiinconsciencia, se encontraban su esposa, Emilia Luque Montejano, y dos de sus tres hijos, Matías y Juan Jesús. La capilla ardiente quedará instalada hoy en el Tanatorio de Tres Cantos de Madrid, donde a las ocho de la tarde se oficiará una misa. Mañana será enterrado en el cementerio de su localidad natal, Villa del Río (Córdoba).
Periodista, locutor y voz del No-Do, de él se dijo que inventó la televisión cuando aún no se había inventado la radio.
Matías Prats Cañete nació en Villa del Río el 4 de diciembre de 1913. Hijo de una familia modesta, a los 14 años ingresó en el Instituto de Málaga, donde realizó los estudios de Bachillerato. Posteriormente se graduó como perito en la Escuela Industrial y en 1949 como periodista en la Escuela Oficial de Periodismo. Además poseía los títulos de técnico de programación en radio y técnico de programación en televisión.
Desde muy joven quiso ser periodista, profesión que inició en noviembre de 1939 en la emisora de Radio Nacional en Málaga al aprobar unas oposiciones que estuvo a punto de no superar por tener dificultades para pronunciar la zeta. Desde ese momento, fue característico en su voz la sustitución de zetas por efes.
Su primer trabajo fue deportivo: retransmitió el partido de fútbol Betis-Málaga, y éste fue el inicio de su carrera como periodista deportivo. En 1945, y con motivo de la inauguración de las emisoras nacionales en Arganda, se trasladó a Madrid.
En la capital de España fue nombrado, en 1947, jefe del departamento de realización de emisoras de Radio Nacional de España (RNE) y en 1954, jefe de Emisiones de la misma emisora.
De 1947 a 1971 fue redactor-locutor del No-Do (Noticiarios y Documentales Cinematográficos), donde llegó a ser director en 1974, en sustitución de Rogelio Díez Alonso. En ese puesto permaneció hasta 1976.
Como periodista deportivo ha marcado un hito en la historia de la radio española, de la que se le ha considerado maestro. Su potente voz y su capacidad descriptiva le dotaron de un estilo peculiar. Su voz retransmitió famosos goles, como el de Zarra el 2 de julio de 1950 desde el estadio de Maracaná en Río de Janeiro, durante el partido España-Inglaterra del Mundial de Fútbol de Brasil. En esa ocasión, él mismo afirmó que "Zarra metió el gol en la portería y yo en la cabeza de los españoles".
Otro mítico gol retransmitido por Matías Prats fue el de Marcelino en el Bernabéu en 1966, en el partido de fútbol España-URSS de la Copa de Europa de Naciones. Además, puso voz a todas las finales de la Copa de Europa en las que participó el Real Madrid.
Otra faceta de Matías Prats fue la de periodista taurino, tema que dominaba por completo,puesto que fue gran aficionado a los toros desde muy joven. La primera corrida que retransmitió la toreaban en Málaga los diestros Nicanor Villalta, Vicente Barrera y Domingo Ortega. Como periodista taurino le hizo la última entrevista radiofónica a Manolete antes de que Islero acabara con la vida del torero.
Además de radio, trabajó en Televisión Española desde los comienzos, tanto en retransmisiones deportivas como taurinas.
En 1974 dejó de retransmitir en RTVE y pasó a la asesoría técnica de la dirección general. No obstante, continuó realizando algunos trabajos ante el micrófono, sobre todo para Hispanoamérica. En 1981, a petición de Eduardo Sotillos, volvió para retransmitir la Copa de Europa, y en 1982 colaboró en la retransmisión de los partidos del Mundial de Fútbol, que se celebró en España. Oficialmente se jubiló de RNE en 1985.
Matías Prats hizo también alguna incursión en política. En 1971 fue elegido procurador en Cortes en representación del tercio familiar por la provincia de Córdoba en la décima legislatura de las Cortes Orgánicas del franquismo. Fue miembro de las comisiones de Defensa Nacional y de Información y Turismo.
Su quehacer se vio recompensado en numerosas ocasiones. Fue Premio Ondas en 1955 y 1965, año en que además fue nombrado periodista de honor. Asimismo recibió el premio Agustín Merelló, Micrófono de Oro otorgado en 1989 por la Asociación de Profesionales de Radio y Televisión. Fue también premio Víctor de la Serna, que en 1993 le concedió la Asociación de la Prensa de Madrid; Premio Ondas 1996, Premio Ondas extraordinario otorgado en 1999, con motivo de la conmemoración del 75 aniversario de la radio española, y Premio Toda una Vida otorgado por la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión de España en 2000. El 24 de noviembre de 2003 recibió el Premio Ondas de Oro con motivo de la celebración del cincuenta aniversario del galardón, por "haber llevado a la radio la máxima expresión narrativa y como voz que perdura en el recuerdo de varias generaciones de españoles".
Matías Prats estaba en posesión de las cruces de Cisneros al mérito político, Alfonso X el Sabio al mérito militar y la Medalla de Oro al mérito en el trabajo, que le fue concedida el año 1998.
40 años narrando partidos de fútbol y corridas de toros
Durante más de 40 años la voz de Matías Prats Cañete entró en el hogar de los españoles, primero por la radio y más tarde por la televisión. Sus gafas negras (que las llevaba por una lesión ocular) y su recto bigotito forman ya parte de la historia de la comunicación española, igual que aquellos dos goles famosos que narró, el de Marcelino en la Eurocopa del 64, y el mítico de Zarra en Brasil en el 50, gol del que, por cierto, existe una única versión radiofónica, que fue grabada unos 15 años después al haber sido destruida la cinta original.
Por encima de todo valoró su dedicación al periodismo. "En cualquier actividad lo importante es el trabajo, la vocación y el espíritu de sacrificio. Eso, sobre todas las cosas", declaraba en una entrevista en este periódico.
Testigo de toda una época de España, Matías Prats gustaba de contar sus innumerables anécdotas en radio y televisión cuando le entrevistaban. Como aquella en que, transmitiendo una corrida de toros, mezcló los lenguajes taurino y futbolístico y para contar que un toro saltó la barrera dijo: "Señores, el toro acaba de salir fuera de banda". Y también sus famosas retransmisiones de fútbol, a ras del suelo, sin protección. "Si se trataba de un país tropical el calor se hacía insoportable, y si era uno del centro de Europa, se te helaba el bigote", declaró en una ocasión. Por no hablar de aquellos primeros micrófonos, que "pesaban cinco o seis kilos", insoportables, "porque dos horas con cinco kilos en la mano era excesivo".
Sobre su carrera política prefirió no hablar en sus últimos años. De su paso por las Cortes como procurador decía que guardaba "un gratísimo recuerdo" y que si se optó al cargo fue por interés personal: "Nadie me dio instrucciones ni tuve imperativos", aseguraba.
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