Un 'single' llevó al otro
Un sello exclusivamente de singles que se financian los unos a los otros. Hay pesadillas peores para un asesor financiero, aunque nunca se sabe en esta época dislocada. La aventura de Doble Vida, discográfica barcelonesa de nuevo cuño, es poco común y como tal conviene celebrarla. Editan exclusivamente algo tan deliciosamente anacrónico como singles en vinilo de siete pulgadas. Y son compartidos. En una cara suena un grupo local y en la otra una banda visitante. El beneficio de la venta de cada una de las referencias (de haberlo) financia el siguiente single. Cada sencillo se presenta en una fiesta-concierto. Y vuelta a empezar. En cada concierto toca el grupo en cuestión y la banda de la referencia futura. El primer single, que ha requerido de una inversión previa, esta vez sí, tiene a los barceloneses Extraperlo en una cara y a los neozelandeses The Ruby Suns en la otra. Prometen que, si la idea funciona y la rueda echa a andar (a 45 revoluciones por minuto, por supuesto), la cosa puede funcionar eternamente.
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