Dani García, gazpacho ganador

"Ha sido una sorpresa. Estoy muy emocionado de que se hayan acordado de mí", declaró ayer por teléfono desde Estados Unidos Dani García. Este cocinero malagueño (Marbella, 1975) ha recibido el Premio Nacional de Gastronomía. Según la Real Academia Española de Gastronomía, que otorga este galardón cada año, el restaurador andaluz -que posee dos estrellas Michelin- es el mejor jefe de cocina español de 2008.

Pero el premio no lo ha recibido en su tierra, sino en Miami, donde participa en el festival Southern Wine & Spirits. En este escaparate culinario español que se celebra estos días en EE UU, Dani García presenta una de sus especialidades, el gazpacho de cerezas con nieve de queso, anchoa y pistacho. Los Reyes de España lo degustaron junto a los comensales americanos.

Mientras le comunicaban la buena noticia, el cocinero andaba ayer en plena faena "rodeado de grandes de la cocina española". Se trataba del chef vasco Pedro Subijana, del asturiano José Andrés (titular de un imperio gastronómico en Estados Unidos) y el mago del chocolate Paco Torreblanca. Elaboraban una cena de gala a ocho manos: Dani, el entrante; Subijana, un primer plato de rape; José Andrés, unas carrilleras; y Torreblanca, el postre.

"Es un honor recibir el Premio Nacional de Gastronomía. Es un galardón que todo chef desea recibir en su trayectoria profesional. Es una recompensa a todo el esfuerzo y trabajo que, tanto mi equipo como yo, hacemos día a día con tanta pasión", ha declarado el cocinero, que recibió el reconocimiento de manos del presidente de la Real Academia de Gastronomía, Rafael Ansón.

García ha elevado a la alta gastronomía sus memorias culinarias malagueñas aprendidas en los fogones junto a su madre y su abuela. Los productos del mar y de la tierra cobran nueva dimensión en sus creaciones, donde el nitrógeno líquido transforma sopas o sus manos siluetean paisajes playeros comestibles. En estos momentos, según reveló ayer a este periódico, anda investigando novedades para su carta: "Seguimos jugando en la línea de los trampantojos, sobre todo vegetales y frutas, con ciruelas que no son ciruelas o tomates de colores, por ejemplo". El nitrogel, una aplicación del nitrógeno, le servirá para crear "un huerto como postre". En temporadas anteriores llevó a la mesa los espetos de las playas malagueñas y las profundidades marinas de algas y moluscos.

Dani García comenzó su andadura profesional en el restaurante Tragabuches de Ronda, tras haber estudiado en la escuela malagueña de hostelería La Cónsula y en Lasarte junto al maestro vasco Martín Berasategui. En el Tragabuches consiguió a los 24 años su primera estrella Michelin y la segunda le llegó en 2007, ya en el restaurante Calima, del Hotel Meliá Don Pepe de Marbella, que el pasado año fue reformado para ganar una espectacular ventana al mar.

La vinculación de Dani García al grupo hostelero Meliá le supone también la dirección gastronómica de restaurantes en Guía de Isora (Tenerife) y en Madrid, donde abrió recientemente en Argüelles el lounge-bar Uno, con sabores mediterráneos transplantados al gusto urbano. Su próxima aventura será en Sevilla, en el restaurante Burladero, Tapas y Tintos, que se abrirá el 28 de febrero en el Gran Meliá Colón.