Algo más que constructores de edificios
La IE University revoluciona la formación de arquitectos españoles
Hubo un tiempo en que los arquitectos eran artistas. Nadie hubiera cuestionado esa doble condición a Bernini o a Miguel Ángel. Pero con el correr del tiempo la dualidad dejó de estar tan clara, aunque haya quienes, como Frank Gehry, reivindiquen su condición de creadores. La Escuela de Arquitectura de la IE University quiere recuperar para sus alumnos la figura del profesional multidisciplinar. "El arquitecto ya no podrá ser sólo una persona que construye", asegura José María Churtichaga, vicedecano de la citada escuela. "Cada vez más el biólogo, o el geógrafo, irrumpen en el territorio del arquitecto y éste será tangencial con actividades de gestión, políticas o artísticas", explica al definir el perfil del arquitecto del futuro.
Canogar: "El arte no es sólo envoltorio, es una herramienta fundamental"
Esa filosofía no se ha quedado en teoría, sino que se ha incorporado a los planes de estudios de esta cantera de arquitectos gracias a la reforma de titulaciones universitarias impulsada por el Plan Bolonia. La semana pasada, una veintena de estudiantes de segundo curso participó en el Taller de Experimentación que impartió el artista Daniel Canogar en el antiguo convento de Santa Cruz la Real de Segovia, sede de la IE University.
"El tema de hoy es la ruina contemporánea. Quiero que salgáis en busca de material y hagáis una instalación con esta idea", explicaba el autor de la videoinstalación que cuelga del atrio del Consejo de la Unión Europea en Bruselas para conmemorar la presidencia española. "El acto de hacer arte es un acto de estar en contacto con vosotros mismos. Aquí os estáis definiendo como artistas y como arquitectos. Vamos a mojarnos. No quiero que vayáis a lo fácil. Quiero que me dejéis noqueado", arengaba a unos alumnos no exentos de un cierto escepticismo.
"Es que la enseñanza de arquitectura en España tiene un planteamiento muy ortodoxo", señala Churtichaga a modo de explicación de la resistencia que puede suscitar un método que no tiene que ver con la rutina pedagógica acostumbrada. El formato de la clase también escapa de lo tradicional y, en lugar de ser una asignatura impartida de forma fragmentada, se concentra en una semana. Ignacio Moreno, profesor de Idea y Forma de la escuela, asegura que la presencia del arte en la formación de un arquitecto responde a algo que demanda la propia sociedad: "Grandes arquitectos han trabajado con artistas, como es el caso de Herzog & De Meuron con Joseph Beuys, o Frank Gehry con Stella u otros, y no sólo como refuerzo intelectual sino como una oportunidad de compartir ideas en un diálogo común que se puede establecer con la arquitectura". El empeño de Canogar durante la semana pasada era transmitir a sus alumnos que el arte "no es sólo un envoltorio de adorno a sus proyectos arquitectónicos, sino una herramienta fundamental de pensamiento y de investigación que les puede dar muchísimas ideas y les puede ayudar a desarrollar iniciativas más audaces y potentes y a no quedarse ahogados por toda la parte técnica que inevitablemente forma parte de todo proyecto".
¿Por qué se eligió a Daniel Canogar para este taller? "Porque un artista como él trabaja con la luz, el espacio, la interacción con las personas, que son las mismas herramientas que debe usar un arquitecto", indica el vicedecano. "Éste ha sido el primero, pero en el futuro ampliaremos estos talleres a otras disciplinas, como la tipografía, el vídeo o el diseño gráfico", añade. Nuevas fronteras para una profesión que pide a gritos quitarse corsés.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.