El 'western' y Saura

A propósito de su anterior emisión en las pequeñas pantallas, hará ahora cuatro años, Ángel Fernández-Santos escribía en las páginas de este diario: "La diligencia se realizó en 1939. Desde entonces ha amamantado con sus imágenes centenares de otros filmes del Oeste, en los que se desparramó calladamente, de la misma manera que la savia se dispersa por el tronco y las ramas de un árbol. La diligencia es la raíz del gran árbol del western en su madurez no ya como género, sino como misa pagana en la que se consagran viejos alimentos humanos perdidos entre la chatarra de la civilización industrial".John Ford hizo después de La diligencia varios westerns susceptibles de encandilarnos todavía más, pero La diligencia no sólo es la obra maestra raíz del género, sino que ante cualquier persona mínimamente sensible y dotada de facultades mentales genera una emoción sin límites, ya sea por la suma de motivos westernianos que encarna, o por la poderosa fuerza con que Ford nos lo comunica, con el lenguaje más clásico que concebirse pueda, más crístalino, liviano y emotivo. En este sentido hay que convenir en que, aun participando de un género que -como el musical- es todo artificio, reconstrucción, Ford llega a techos inusitadamente realistas: cuando la perspectiva del tiempo distorsione la historia del cine y el futuro investigador sin conciencia clara del nacimiento del invento ponga sus ojos sobre La diligencia, muy probablemente creerá que está rodada en su momento, tal es la perfección del retrato, tan verosímil es la pintura de ambientes y personajes de época. Bienvenida sea La diligencia.

No es el único cielo que hoy empieza, pues a la una de la madrugada nace un nuevo espacío, Cineclub de madrugada, cuyo primer golpe de manivela es un repaso a la obra de Carlos Saura. Peppermint frappé, su cuarta película, es un arriesgado ejercicio de estilo centrado en la transformación de una mujer en otra por parte de un hombre, introvertido y fetichista, que siente una irresistible fascinación hacia la segunda. Filme críptico en grado sumo, es una buena muestra del talento de Saura, aquí en un trabajo algo buñueliano, por el que el tiempo puede haber pasado dañando su interés.