"Cuando hablo se me va demasiado la fuerza por la boca"
Naturalidad y sentido del humor. Éstas son las armas que empuña Lorena Berdún (Madrid, 1974) para hablar de sexo los jueves, al filo de la madrugada, en TVE-1. La psicóloga estrenó hace un mes Dos rombos, un programa mitad divulgativo mitad lúdico, que plantea sin rodeos los asuntos más peliagudos de la sexualidad con un envidiable desparpajo verbal, a la vez que trata de deshacer entuertos y extirpar viejos mitos.
Pregunta. Elena Ochoa e Isabel Gemio fueron las pioneras en hablar de sexo... ¿Les debe algo Lorena Berdún?
Respuesta. Nunca pensé que me dedicaría a esto, así que no tuve referentes. Las cosas han ido surgiendo poco a poco y es ahora, que trabajo en TVE, cuando podré acceder a los programas que hizo Elena Ochoa.
P. El sexo es tan antiguo como el mundo. ¿Por qué sigue dando tanto que hablar?
R. Porque nos gusta, nos hace sentir, nos preocupa. Hay mucho de la sexualidad que sigue escondido... Eso genera cierto morbo.
P. Pero, a estas alturas, ¿no está ya todo dicho y hecho?
R. ¡No! Dicho quizá sí, pero hecho no. Hay tantas inhibiciones relativas a la sexualidad que se hace necesario repetir y repetir... y aun así, ¡las dudas continúan!
P. ¿Le gusta que tilden Dos rombos de consultorio sexual?
R. No me importa. La gente pregunta sus dudas y se tratan de responder, pero creo que el programa va un poquito más allá y trata de acercar la sexualidad a la vida cotidiana con más elementos que el mero consultorio.
P. ¿A qué elementos se refiere?
R. A los reportajes, a la sección de curiosidades sobre el sexo, a las entrevistas con famosos, que resultan muy interesantes y divertidas...
P. ¿Prefiere la radio o la televisión para tratar de asuntos como el tamaño del pene o el orgasmo?
R. [Risas]. Tengo un defecto terrible: soy muy gráfica y a veces hago gestos de manera inconsciente, que no debería hacer... En la radio lo tenía superado. A la hora de hablar, tanto la radio como la televisión me gustan.
P. Ese tono didáctico que emplea, pero lleno de desparpajo, ¿es para desarmar a los moralistas?
R. No, no, es que sale así... Intento ser yo misma. Gesticulo, me expreso con los ojos o la manos... Cuando hablo, la verdad, es que se me va demasiado la fuerza por la boca. Me tengo que controlar.
P. Su estreno, seguido por 1.645.000 espectadores, 23,6% de cuota de pantalla, hizo sombra al mismísmo Sardá. ¿Se lo esperaba?
R. Pues no, la verdad. Nunca he tenido en la cabeza que mi programa pueda competir con Crónicas marcianas. Ellos son un fenómeno social...
P. ¿Por qué retiró Telemadrid Me lo dices o me lo cuentas?
R. A día de hoy no he recibido ninguna razón oficial. Nadie de Telemadrid me lo comunicó personalmente. De hecho, me enteré en el comedor, leyendo la revista de los sindicatos de la cadena.
P. ¿Cree necesario que exista un espacio como Dos rombos?
R. Yo qué voy a decir... Quiero pensar que sí. Creo que la educación sexual es muy importante y la gente joven, que empieza a experimentar, debería tener claras las precauciones básicas para vivir la sexualidad con alegría y seguridad.
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