La guerra de los subtítulos
La presión de las empresas acaba con páginas que rotulaban películas y series
Es probable que no haya oído hablar de ellos. Sin embargo, reciben miles de visitas y consiguen que muchos entiendan las palabrotas del doctor House. Los traductores cibernautas existen. Y están dando guerra. En la Red conviven decenas de páginas con subtítulos de películas y de series de televisión. Unos servicios fundados por aficionados que traducen, cuelgan y ordenan rótulos gratis.
Octavio Álamo, un canario de 26 años, es uno de ellos. Su web Wikisubtitles.net desapareció ayer. "Recibí un correo de la Federación Antipiratería que me exigía cerrarla. Me amenazaba con emprender acciones legales", cuenta este ingeniero de Telecomunicaciones. La Federación Antipiratería (FAP) -engloba al sector audiovisual- nació en 1984 para defender la propiedad intelectual. Según el mensaje, la web de Álamo ponía "a disposición de los usuarios de la Red gran cantidad de obras cinematográficas" y distribuía "con ánimo de lucro [...] todo o parte de una obra protegida". "Pero yo no cobraba ni distribuía nada". Álamo lo
contó en su web. Y se armó la marimorena. Los blogueros recogieron su caso, y Meneame.net, un portal donde los usuarios votan las mejores noticias del día, lo alzó a la cúspide.
Mientras, Bluehost -el proveedor de Wikisubtitles- cerró la página. "Contacté con ellos. Se negaron a reabrirla. Les amenacé con hacerles llegar noticias de mi abogado". Bluehost no tardó ni dos horas en restituirla. "Mi abogado me dijo que al no existir ánimo de lucro no podían hacerme nada".
No obstante, en Polonia los administradores de Napisy.org, una web de subtítulos, fueron detenidos el año pasado. "Existe una directiva europea sobre el comercio electrónico", afirma el abogado especializado en Internet Javier de la Cueva. "Cada país tiene su trasposición". La Ley de Servicios de la Sociedad de la Información (LSSI) regula los enlaces en España. "No son delito si no se recibe notificación fehaciente sobre el contenido ilegal al que enlazan".
¿Pero, entonces, es o no ilegal? "Si bien una actividad altruista como la traducción no es delictiva, porque no incurre en el ánimo de lucro, sí puede vulnerar la Ley de Propiedad", afirma el abogado David Bravo. La razón: los subtítulos son obra derivada de la propiedad intelectual y no se pueden traducir sin consentimiento de los titulares. "Existe un desfase entre la ley y los usos sociales. El problema no es la FAP, es el garrote que les da la ley". José Manuel Tourné, director de la FAP, matiza: "Otros países europeos tienen leyes más duras contra la piratería. España se ha quedado atrás: para que sea delito debe decidirlo un juez".
Álamo cerró ayer, desbordado por los acontecimientos. "Surgirán mil más", pronostica Fernando Garrido, subdirector del Observatorio de la Cibersociedad. "Cuando se cierra una página, nacen mil clones. Internet es imparable. Ésa es su fuerza".
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