"Lo que aún no entiendo es por qué las drogas siguen siendo ilegales"

Steve Buscemi nunca fue un gángster al uso. Su complexión física menuda, su extrema delgadez y su singular rostro nunca habían dado pie a convertirle en el jefe de ninguna pandilla de mafiosos al estilo clásico aunque en su larga carrera de actor sí que hubiera interpretado a malvados viscosos de varios pelajes, como el Mister Pink de Reservoir Dogs o el Test Tube de King of New York. Los hermanos Coen le han matado en varias de sus películas y desde Jim Jarmush a Michael Bay le han querido en su cine.

Ha sido durante décadas el eterno secundario aunque como los grandes actores de reparto, siempre borda sus papeles hasta tal punto que los personajes que interpreta nunca se olvidan. Sin embargo, este versátil actor de 53 años, nacido y crecido en Brooklyn, hace un año que recibió el encargo de dar vida a uno de los grandes mafiosos de la historia en la serie de televisión Boardwalk Empire. Buscemi se convirtió así en Nucky Thompson (inspirado en el personaje real Nucky Johnson) que desde Atlantic City dirigió un imperio mafioso en plena era de la prohibición. Producida por Martin Scorsese y con guiones de Terence Winter, uno de los genios que dio voz a Los Soprano, la serie llevó recientemente a Buscemi a las puertas del Emmy, que al final no ganó aunque sí se llevó en enero un Globo de Oro. Recientemente el actor se sentó ante la prensa en Nueva York ante el estreno de la segunda temporada, que esta noche llega a Estados Unidos de la mano de la cadena de cable HBO. Canal + emitirá los nuevos capítulos de esta superproducción en noviembre.

"No trato de juzgar a mis personajes, no los veo en términos de buenos y malos"

Pregunta. ¿Qué convierte a un personaje como Nucky Thompson en un ser interesante para un actor?

Respuesta. Fundamentalmente un buen guión. Pero además todo lo que rodea el proyecto, desde el productor, al guionista a los actores e incluso al vestuario. Todo eso lo hace irresistible.

P. ¿Cual es la clave para darle veracidad a un malo de película?

R. Yo trato de no juzgar a ninguno de mis personajes, no los veo en términos de buenos y malos. Hay gente que a la hora de perseguir algo no tiene escrúpulos pero siempre existe una razón para hacer las cosas. Nadie es malo por gusto. Mi trabajo es entender por qué un personaje hace lo que hace. Pero en este caso el guión está bien escrito por lo tanto es muy fácil encontrar esas razones de forma intuitiva.

P. ¿Comparten algo Buscemi y Nucky?

R. A los dos les gusta la vida familiar. Pero a mí lo que más me atrae es interpretar personajes que no se parecen a mí.

P. Antes de ser actor tuvo muchos trabajos, entre otras cosas vendió helados. ¿Por qué escogió esta profesión?

R. Porque es muy divertida. Además, me permite convivir con gente muy creativa y encima entretenemos a la gente, que es algo muy necesario. Cuando un libro, una canción, un cuadro o una película gusta creo que contribuye a enriquecer el espíritu y me gusta saber que mi trabajo ayuda.

P. Usted ha hecho mucho cine independiente. Dirigió varios capítulos de Los Soprano y actuó en algunos episodios ¿Cuál es la diferencia entre el cine y la televisión?

R. Yo no lo siento diferente, simplemente lo siento más grande. Es interesante tener tanto tiempo para explorar un personaje pero el reto es conseguir mantenerlo vivo y que siga interesándole a los espectadores.

P. Teniendo en cuenta todo lo que ha aprendido sobre la prohibición y sus consecuencias preparando esta serie, ¿legalizaría hoy las drogas?

R. Lo que aún no entiendo es por qué aún son ilegales. Se debería invertir más dinero en educación sobre drogas y en tratar las adicciones. Sin duda no deberían ser accesibles a los niños pero los adultos deberían ser capaces de tomar sus decisiones. Las cárceles de EE UU están llenas de gente encerrada por consumir o vender drogas de las que no supieron desengancharse. Es absurdo.