_
_
_
_
Internet

La 'bloguera', el profeta y Facebook

El temor obliga a una dibujante a retirar una campaña para pintar a Mahoma

Patricia Gosálvez

"Quiero pedir perdón a todos los musulmanes a los que haya podido ofender...". Compungida y nerviosa, Molly Norris leía en YouTube su disculpa pública. Hace dos semanas, esta dibujante de Seattle (Estados Unidos), que pasea perros para ganarse la vida, colgó en su blog (www.mollynorris.com) un póster que invitaba a celebrar, el próximo 20 de mayo, el Día de "¡Todo el mundo a dibujar a Mahoma!", promovido por la organización ficticia Ciudadanos contra Ciudadanos contra el Humor (CACAH, en inglés). En la viñeta aparecían varios objetos (una taza, un ovillo, una cereza...) reclamando su similitud con el profeta: "¡Yo soy Mahoma y además estoy sabroso!", aparecía en un paquete de pasta.

"Dije que quería combatir el miedo... y luego me asusté", confiesa Norris

El póster, dedicado a los creadores de South Park, no era en origen una convocatoria, sino una sátira sobre la reciente autocensura del canal Comedy Central, que tras emitir un episodio en el que Mahoma aparecía disfrazado de oso recibió una amenaza del blog islamista estadounidense www.revolutionmuslim.com. El post, firmado por Abu Talhah al Amrikee (nacido Zachary Adam Chesser, de 20 años) advertía a los dibujantes que iban a acabar como Theo van Gogh (cineasta holandés asesinado en 2004 por un islamista).

En el siguiente capítulo, Mahoma aparecía oculto tras la palabra "censurado", y la mención de su nombre tapada por un pitido. Para solidarizarse con los de South Park, Norris envío su póster a varios blogueros de Seattle. Una emisora de radio local se interesó por la supuesta campaña. "¿Vas en serio o es la típica cosa de Facebook que quedará en nada?", preguntó el entrevistador. "Venga, maldita sea... ¡iré en serio!", improvisó Morris. Y entonces el asunto hizo eso con lo que sueñan todos los departamentos de marketing: se convirtió en viral.

Tanto, que unos días después la dibujante se desmarcó de la bola de nieve que había creado: "No he tenido amenazas de muerte y espero no tenerlas, pero estoy tan sobrepasada por lo que ha ocurrido que no puedo comer y he perdido dos kilos", declaraba en el inquietante vídeo retirado el domingo de YouTube. Demasiado tarde. Al evento de Facebook hay apuntadas casi 12.000 personas, y eso que su promotor, un tal Jon Wellington (que lo montó porque le encantaba "el enfoque creativo de Norris, travieso y sin prejuicios sobre el asunto", según declaró al Washington Post) también se ha bajado del barco. "Estoy horrorizado con la cantidad de dibujos profundamente ofensivos que han llegado. Seguid adelante si queréis, pero no contéis conmigo", decía en su último post (25 de abril).

Así lo han hecho miles de personas, a pesar de que la descripción del evento anuncia un "nuevo juego": "¡Ser supersimpáticos con todo el mundo! Basta de dibujar tonterías". Existen además otras dos páginas en la red social, una a favor de la celebración del 20 de mayo, con unos 9.000 miembros, y otra, en contra, con cerca de 6.000. Alguien ha creado incluso el blog de la ficticia CACAH (www.cacah.org).

"Dije que quería combatir el miedo... y luego me asusté", ha confesado Norris en su blog, donde ha llenado su póster de tachones. Cuenta que el sábado asistió a un seminario sobre el islam para aprender y en su última viñeta ironiza sobre la "dieta del miedo": "¡Todo lo que tienes que hacer es cabrear a varios millones de musulmanes y estarás demasiado asustada para comer!". Espera, dice, que todo el asunto sirva como "catalizador para la comunicación positiva".

Sin embargo, en las páginas de Facebook sobre el 20 de mayo hay de todo: interminables disquisiciones sobre religión y libertad de expresión, ristras de insultos, llamadas a la tolerancia, amenazas y dibujos más o menos ofensivos. Talento, no demasiado: abundan las figuras de palo con barba. Y, mientras tanto, en el mundo real, ayer la policía no descartaba que el coche bomba de Times Square tenga relación con el dibujo del profeta disfrazado de plantígrado en South Park.

Molly Norris, antes de que el vídeo fuera retirado de YouTube.
Molly Norris, antes de que el vídeo fuera retirado de YouTube.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Patricia Gosálvez
Escribe en EL PAÍS desde 2003, donde también ha ejercido como subjefa del Lab de nuevas narrativas y la sección de Sociedad. Actualmente forma parte del equipo de Fin de semana. Es máster de EL PAÍS, estudió Periodismo en la Complutense y cine en la universidad de Glasgow. Ha pasado por medios como Efe o la Cadena Ser.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_