Cómo Obama puede salvar la Red
Expertos piden al presidente un responsable único para evitar 'ciberataques'
En la era de Internet, el Gobierno de Estados Unidos necesita una estrategia de defensa contra los ataques cibernéticos. Y para ello, Barack Obama debería designar a un zar cuyo cometido único sea proteger a la nación de una posible guerra digital. Estas son las conclusiones a las que ha llegado un grupo de influyentes especialistas en seguridad cibernética, que, bajo los auspicios del respetado Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington, publicó ayer un estudio en el que se destacan los grandes desafíos a los que Obama se enfrenta en su presidencia.
La Comisión para la Ciberseguridad de la 44ª Presidencia presentó ayer el informe, elaborado por delegados del Senado y 60 expertos, algunos de ellos miembros del equipo de transición presidencial de Obama. La recomendación prioritaria es crear el puesto de un responsable de la lucha antiterrorista en Internet, un alto cargo en la Casa Blanca que coordine los esfuerzos de las distintas agencias de inteligencia para evitar que información vital para la seguridad de Estados Unidos acabe en manos de enemigos. Dependería directamente del presidente.
Los desafíos son numerosos. Según el informe, el año pasado hubo ataques a los departamentos de Defensa, Interior, Comercio, a la NASA y la Universidad Nacional de Defensa. En plena campaña electoral, el pasado verano, un extraño visitante se infiltró también en los sistemas informáticos de los dos candidatos presidenciales. El FBI se hizo cargo de la investigación.
El informe le pide a Obama que apruebe nuevas leyes que permitan una respuesta rápida en caso de ciberataques contra entidades públicas o privadas. Estos expertos proponen la creación de "órdenes de registro online", que permitirían a los federales infiltrar ordenadores remotamente dentro del marco de la legalidad. "Las órdenes tradicionales de registro pueden ser cada vez más inútiles en este entorno", dice el informe.
"Responder a un ataque cibernético es algo difícil", dijo ayer James Lewis, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales a Associated Press. "¿Deberían responder los agentes con medidas policiales, con espionaje o con acciones militares? Las directrices no están claras. Y las normas, diseñadas en 1980, son lentas, mientras Internet es muy rápido".
El gran problema que se abre para la nueva Administración es que, para la creación de estas órdenes, se debería reformar diversas leyes en materia de seguridad cibernética, algo que ya ha enfrentado a los miembros del Congreso por el asunto de la protección de la privacidad de los ciudadanos. En el pasado, el Congreso se ha mostrado reticente a las peticiones del presidente George Bush para que le otorgara más poderes para poder espiar las comunicaciones privadas.
Ahora hay en vigor una serie de directrices sobre seguridad en Internet aprobadas por Bush en su segundo mandato, pero es imposible saber si se adecuan a lo que este centro le ha recomendado a Obama, ya que el presidente saliente decidió que su marco de trabajo fuera totalmente secreto. Una de las pocas cosas que se sabe sobre su plan de protección de recursos online es que ha unificado los servidores de Internet para reducir el número de posibles ataques. También que ha creado un sistema de seguimiento del tráfico de Internet del Gobierno federal bajo un programa de férreo control bautizado como Einstein.
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