"Hay un placer por lo prohibido en una sociedad que está patas arriba"
La venganza de Madeleine Stowe no puede ser más dulce. Olvidada en el mundo del cine tras haber participado en trabajos como El último mohicano o 12 monos, la actriz con sangre costarricense vuelve más mala que nunca, esta vez en televisión, con Revenge. La serie que estrena Fox el próximo miércoles (21.30) es un culebrón sin remordimiento, a la vieja usanza (como Dallas, Dinastía o Falcon Crest), pero para una nueva generación. Quizá sea ese el secreto de su éxito como una de las sorpresas de la última temporada en EE UU. Stowe (53 años) se lleva por delante todas las escenas, aunque la protagonista de Revenge es Emily VanCamp, quien da vida a la joven Emily Thorne. Esta, como el conde de Montecristo, vuelve al lujo de los Hamptons para vengar la muerte de su padre y las afrentas contra su familia desde la impunidad de la clase alta. El público debería alinearse con Emily, pero es Stowe, encarnado a Victoria Grayson, quien se lleva el gato al agua; y la candidatura como actriz dramática en los Globos de Oro del domingo.
"Ahora, mi mayor interés es la narrativa cinematográfica"
Pregunta. Es inevitable preguntarle si es una persona rencorosa, dada a la venganza.
Respuesta. Todos tenemos fantasías vengativas pero soy de las que prefiere esperar. Si tienes paciencia y te relajas acabas encontrando esa satisfacción.
P. ¿Algún ejemplo?
R. Con adultos mejor me callo, pero te diré que cuando tenía siete años estaba enamorada de un chico, Scott Farley, que decidió acompañar a mi mejor amiga a casa. Me entraron tales celos que le dije que había un tesoro en la casa del jardín para que me acompañara a mí también y una vez allí le até porque pensé que así me querría. Eso te dará una idea de con quien te enfrentas.
P. Alguien tan pérfido como Victoria Grayson, pero que, en este caso, el público sí que la quiere. ¿Cómo explica el éxito de la serie?
R. En términos televisivos vivimos en la generación de los procedurales, series policiacas o médicas que se repiten en su esquema una y otra vez. Y Revenge ofrece algo diferente, algo donde los personajes son los que mandan, gente adorable un momento y odiosa el siguiente, en una historia que ofrece una ventana a esta alta sociedad que se comporta realmente mal y paga por ello. Ahí está el placer prohibido que te ofrece esta serie en un momento en el que el mundo está patas arriba económicamente hablando.
P. Usted es el último ejemplo de una larga lista de grandes actrices de cine que realizan su mejor trabajo en años en televisión.
R. Ahora existe algo que antes no había y es que es posible trabajar en ambos medios, cine y televisión. No hay estigma. Siendo realista todos sabemos lo difícil que es encontrar trabajo en cine para una actriz de mi edad. Por eso dejé de trabajar una larga temporada. Estoy centrada en un proyecto que escribí y pienso dirigir, The Unbound Captives, con Hugh Jackman, Rachel Weisz y Robert Pattinson. Ahora, mi mayor interés es la narrativa cinematográfica, más que ser actriz aunque me lo estoy pasando muy bien con Victoria.
P. Phillip Noyce se hizo cargo del piloto de Revenge.
R. Y se nota. Es alguien tan interesante... Trató la serie como si fuera un largometraje, con la misma atención al detalle.
P. ¿Qué vida le pronostica a Revenge?
R. No le veo fin. El público podrá adentrarse más y más en el comportamiento y la psicología de estos retorcidos personajes. Los Soprano son el mejor ejemplo que se me viene a la cabeza de una serie en la que descubrimos seres más y más turbios a medida que avanza la trama.
P. ¿Y a su carrera, qué futuro le ve? Se cumple ahora el 20 aniversario de El último mohicano y mientras admite que no hay papeles para mujeres de su edad, actores como Daniel Day Lewis trabajan más que nunca.
R. ¡Daniel es la fuerza de la Naturaleza! (risas). Tengo un temperamento extraño para estas cosas porque de algún modo lo he aceptado. Me encanta la oportunidad que me brinda esta serie pero no me lo tomo como una venganza. A mí me interesan más otras cosas, no esas desigualdades.
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