Dialogando con la jungla
Un programa de Cuatro detalla las aventuras de un buscador de animales
Frank Cuesta es de León, pero vive en Tailandia desde hace 11 años. Aterrizó en el país asiático para montar la academia de tenis de Nick Bollettieri, descubridor de talentos como Andre Agassi y Pete Sampras, y se enamoró de este "maravilloso país", según sus propias palabras. Allí conoció a la mujer de su vida, se casó y tuvo hijos. El tenis es su trabajo, pero su verdadera pasión son los animales. Todo empezó cuando, una vez afincado en Bangkok, Frank cogió la mochila y se internó solo en la selva de Burma -la antigua Birmania- "a ver animales de cerca". Se perdió y tuvo que ser rescatado poco después. Esa fue la primera vez, pero no la única. Había nacido un hobby. Pero quiso tomárselo en serio y estudio herpetología, una rama de la zoología que estudia reptiles y anfibios.
Este hombre, todo un bicho raro, que conoce la fauna salvaje porque la ha visto y tocado -pero que no es ni un científico ni un experto- será el maestro de ceremonias de Frank de la jungla, el programa de aventuras en la selva que estrena mañana Cuatro (21.45). "No es un Callejeros de animales ni un coach como Malas pulgas", zanja Fernando Jerez, director de Contenidos de la cadena privada, para quien el nuevo formato es "un documental en primera persona con un protagonista excepcional que habla el lenguaje propio de los animales".
Carolina Cubillo, máxima responsable de la productora Molinos de Papel (Callejeros, Ola, ola, Hotel dulce hotel) cuenta que fue durante el rodaje de Callejeros viajeros en Bangkok cuando apareció Frank. "Aquí hay un Indiana Jones español que está como una cabra". Estas fueron las palabras de un expatriado que trabajaba en esa ciudad y que pusieron al reportero Jalis de la Serna tras la pista.
"De hecho, con él grabó para el programa el rescate de una cobra en una casa, y su actuación fue espectacular", dice Cubillo, y recuerda que voló a Tailandia en un viaje exprés de apenas tres días para conocerle. "Me di cuenta de que era una fuerza de la naturaleza. Había nacido Frank de la jungla".
A lo largo de ocho capítulos, el programa reflejará lo bueno y lo malo que aconteció en el rodaje de la serie, que duró varios meses. Con Frank viajaron el cámara Santiago Trancho y Nacho Medina, que se considera un urbanita de pro y la antítesis del aventurero. Ellos han sido testigos de infinidad de incidentes y peripecias "dignas de un vodevil", apunta Medina, que define a Frank como "un tío sobrenatural, con un ángel y un don". Juntos reirán, disfrutarán y sufrirán.
"Si estoy vivo ha sido gracias a mi prudencia. El cementerio está lleno de valientes", confiesa Frank, que no se considera "ni un Tarzán ni un Rambo". Aunque este formato dista mucho de parecerse a un reality "tipo Supervivientes", según Jerez. El programa además de filmar elefantes, cocodrilos, trigres, orangutanes y dragones de Komodo, mostrará el muchas veces peligroso día a día de los expedicionarios.
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