Los profesores toman la calle en el inicio de curso más conflictivo
Los sindicatos acusan al Gobierno gallego de querer privatizar la enseñanza
"La enseñanza es un derecho, no un negocio". Con esta idea, armados con pancartas y banderas, y acompañados de una espesa niebla que los acompañó de la Alameda a la sede de la Xunta den San Caetano, alrededor de 7.000 profesores se manifestaron ayer en Santiago en lo que supone un comienzo de un curso conflictivo y plagado de protestas. A la marcha se sumaron el líder del BNG, Guillerme Vázquez, y dirigentes socialistas.
"El ambiente está muy crispado y no sé cuánto nos va a durar el cabreo", comentaba Cecilia, una profesora de primaria del CEIP de Santo Paio de Abaixo, de Redondela. Marta, una de las compañeras con la que marchaba, la secundaba: "Este Gobierno está llevando a cabo una estrategia contra la enseñanza pública con el único objetivo de privatizar la educación".
Los ánimos estuvieron caldeados desde el comienzo de la manifestación. Sobre las 11 de la mañana, pequeños grupos de los seis sindicatos que convocaron la movilización formaban frente a la entrada de la zona vieja. CC OO, CIG, UGT, STEG, CSI-F y ANPE fueron coloreando poco a poco la Alameda, mientras las pancartas que asomaban entre las cabezas titulaban sus reivindicaciones. "Ensino público, non ós recortes" y "Solución ou mobilización" eran una muestra del rechazo de los profesores a la orden que el Gobierno gallego anunció unos días antes de finalizar el curso pasado. De las 37 horas y media que los profesores trabajan a la semana, 25 se contabilizarán como horario lectivo, cuatro más que las que acordó el bipartito en 2007.
María es profesora de primaria en un instituto de Carballo. Prefiere no especificar en cuál. En los pupitres de su clase se concentran 28 niños de nueve años, "un exceso de alumnado que es inadmisible", censura. Teme que se "devalúe aún más la calidad de la enseñanza pública" con la entrada en vigor de la nueva orden, un decreto que la Xunta realiza "para salvar el pellejo". Opiniones como la de María abundan entre los miles de profesores, que creen que el Gobierno gallego está llevando a cabo una "campaña de descrédito" contra el profesorado. "Es lo que les interesa", comenta Eugenia, maestra del CEIP de San Roque de Darbo de Cangas, "que los padres piensen que la calidad de la enseñanza pública es peor, para mandar a sus hijos a la privada".
Los manifestantes rompieron filas en San Caetano, donde las puertas cerradas les separaban del conselleiro del que pedían la cabeza. "Jesús Vázquez desprecia sistemáticamente al profesorado, no vamos a parar de movilizarnos". Las palabras de Adela Leiro, profesora que leyó el manifiesto, se ahogaron enseguida bajo gritos de "conselleiro dimisión". Leiro aprovechó para recordar las jornadas de huelga previstas para el 21 y 27 de este mes. "Folga xeral", resonó entonces, con un fondo de bombos y gaitas.
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