50 kilómetros del AVE sin licitar
Fomento destaca su impulso de las obras del tren rápido en plena crisis - La Xunta se queja de el proyecto no avanzó en siete años de Gobierno del PSOE
El AVE no estará en 2015, como fijaba el plazo consensuado entre Fomento y Xunta en julio de 2009 en el Pacto do Obradoiro. Eso es lo que piensan PP, PSOE y BNG, aunque por razones diversas. Los populares alegan que el actual Gobierno miente al mantener esa fecha, que a su juicio es ya inalcanzable, y el PSdeG, que Feijóo y los suyos solo ponen excusas para buscar un nuevo plazo si Rajoy llega a La Moncloa. A la espera de futuribles que dependen del nuevo Gobierno, el AVE a Madrid tiene unos 97 kilómetros en los que aún no se han iniciado obras: 17 entre la ciudad de Ourense y Taboadela y 80 en el límite con Zamora -en medio de ambos segmentos ya se trabaja en 22 kilómetros-. De esos 97 kilómetros pendientes, los más próximos a Ourense -que para la Xunta retrasan toda la línea hasta 2018-, se licitarían a principios de 2012 mientras que de los 80 restantes se licitaron unos 50, 14 de ellos adjudicados. A grandes rasgos, el AVE entra en campaña con 50 kilómetros sin licitar.
Blanco prevé adjudicar 2.300 millones con el Gobierno en funciones
PP y PSOE no detallan ninguna obra concreta en sus programas electorales
La intención del ministro José Blanco es la de seguir licitando incluso tras el 20-N, con el Ejecutivo en funciones, para lo que pedirá permiso al ganador, sea Rajoy o Rubalcaba. Eso era bien visto por el conselleiro de Infraestruturas, Agustín Hernández, pero el presidente Feijóo ya mostró sus reticencias a que un Gobierno en funciones tome ese tipo de decisiones, cuando dijo estar arrepentido de lo que él mismo hizo en 2005 con la Cidade da Cultura. De Rajoy aún no se conoce su opinión.Situados en 2012, será el Ejecutivo entrante el que tenga que lidiar con lo licitado. Y ahí cobran importancia las declaraciones de Xunta y PP advirtiendo de que es imposible terminar la línea en 2015. El propio Rajoy, en su pronunciamiento más reciente y explícito, se limitaba a decir en septiembre que "finalizar y pagar" el AVE gallego será una de sus prioridades.
A la espera de que Rajoy concrete esa promesa verbal, lo cierto es que su programa escrito no se cita expresamente ni el AVE gallego ni ningún otro. Y lo mismo sucede en el programa socialista, donde se llega a decir que no se seguirá ampliando la red para centrar esfuerzos en el mantenimiento de lo ya existente. Con estos antecedentes, la Xunta critica que "durante casi ocho años de Gobierno socialista, solo en uno se cumplió con Galicia, el 2009, y en siete no; en los momentos expansivos de la economía Galicia estuvo relegada". De cara al futuro, el Gobierno gallego asegura que "la posición de la Xunta es inamovible, que Galicia esté conectada a la red de alta velocidad", declaración en la que no aparecen fechas.
Frente a esa visión, desde Fomento el secretario general de Infraestructuras, José Damián Santiago, recuerda que el AVE que se está licitando ahora será verdadera alta velocidad ya que el primer diseño, de 2003, "estipulaba trazados que no permitían pasar de 200 kilómetros por hora". Tras el parón de ese rediseño, Santiago asegura que "el año 2011, a pesar de ser de los más duros de la crisis, está siendo el de la consolidación del AVE a Galicia", proceso que lleva al ministro a insistir en que la obra puede estar terminada en plazo.
Desde fuera, el ingeniero Xosé Carlos Fernández, que lleva años fiscalizando actuaciones ferroviarias, asegura que "no es que sea difícil cumplir lo programado, es que es imposible". Para él, "da igual que siguiera este Gobierno, es imposible que el AVE a Madrid esté en 2015 o 2016; en este momento incluso es optimista decir 2018". La sección ferroviaria de UGT, voz autorizada en la materia, es pesimista. Da por hecha la victoria de Rajoy y Cándido Rodríguez, su portavoz, lamenta que "no va a invertir en AVE, va a mantener lo que ya hay pero con financiación privada, y una vez más Galicia estará en el vagón de cola".
A la espera de lo que pase, Santiago recuerda que Fomento ha licitado en lo que va de año 3.800 millones -5.860 desde la firma del Pacto do Obradoiro-. Pero aún quedan por licitar otros 1.500 millones y por adjudicar, además de lo citado, los cinco macrocontratos de colaboración privada para la instalación de las vías y el mantenimiento posterior por 2.332 millones. De ellos, Santiago anuncia que trabaja con la previsión de que sean adjudicados a finales de año". Una vez adjudicados habrá que pagar, el compromiso de Rajoy al que habrá que comenzar a hacer frente en 2012, cuarto año de la crisis.
"Pedimos trenes sin planificarlos"
El tren gallego presenta situaciones dispares, con la línea de Ourense-Coruña terminada -funcionará en un mes, antes de lo previsto- mientras la de Santiago-Vigo acumula un retraso importante y podría no abrirse hasta 2013. Y peor suerte corren otras como la de Lugo -en obras siete de sus 95 kilómetros-, Oporto -parada por Portugal- o las de Ferrol y Ourense-Vigo -en estudio-.
A la espera de que un nuevo Gobierno fije prioridades, lo que tendrá sobre la mesa serán sucesivas reclamaciones del Parlamento de Galicia y de la Xunta para que implante un servicio de cercanías, cambie la estructura regional de Renfe, priorice el tren a los puertos y transfiera competencias y vías. Las peticiones, ambiguas y en ocasiones contradictorias, sumadas a estudios jamás desvelados tanto de Xunta como de Fomento, no han permitido aún que las ciudades gallegas dejen de ser las únicas de su tamaño y proximidad sin servicios específicos ni que el transporte de mercancías despegue.
En este punto los expertos coinciden: Galicia reclama trenes sin saber para qué. "La Xunta tenía que haber creado un gestor ferroviario autonómico que le dijese al Estado lo que necesitábamos, pero nunca hemos pedido bien y el Estado ha dado lo que le convenía", asegura UGT. Añade Xosé Carlos Fernández: "Damos tiros al aire con declaraciones pero nadie se sienta a negociar; no hubo planificación y hoy se exigen cosas porque empresarios o vecinos las reclaman".
El secretario general de Fomento dice que han "peleado y conseguido integrar a Galicia en las redes europeas de mercancías", y "para facilitar el cercanías, servicio que ha de decidir y definir Galicia". Pero la Xunta critica que ni ministerio ni Renfe han respondido a sus planteamientos y que "ante sus bandazos, deberá aclarar el panorama el próximo Gobierno". Para ello, los programas de Rajoy y Rubalcaba se limitan a apostar por las cercanías, sin concretar dónde, y por "priorizar" todos los ejes de mercancías.
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