La incierta vida de la Torre dos Moreno
Una firma asturiana se hace con la mayoría del inmueble de Ribadeo y planea rehabilitarlo antes de 2015
La Torre dos Moreno, el exuberante y emblemático edificio que domina el centro de Ribadeo, ha sorteado el colapso que la conducía hacia su derrumbe y celebrará su centenario, en 2015, completamente rehabilitada. Esa es, al menos, la intención de la empresa Paisajes de Asturias, que en los últimos meses se ha hecho con el 60% de la propiedad y negocia elevar su participación en un inmueble declarado como Bien de Interés Cultural (BIC), y que en los últimos años se ha deteriorado hasta peligrar su pervivencia.
Así, este ejemplo prominente de la arquitectura indiana que engalanó el noreste gallego y el occidente asturiano a principios del siglo XX volverá a lucir sin el corsé de vallas y redes de protección que ahora lo rodean para evitar que un posible desprendimiento acabe encima de algún viandante. También se liquida la esperanza de que el edificio tenga uso público, abierta en 1996 cuando el Ayuntamiento adquirió el 21% de su titularidad.
La empresa restauradora dice no tener carácter mercantilista
Una de las familias propietarias acusa al alcalde de maniobras "rastreras"
Lo que no está tan claro es qué hará la empresa asturiana, especialista en rehabilitación de edificios singulares, cuando termine las obras, que aún están en fase embrionaria y que pueden durar tres años, siempre que los trámites administrativos se resuelvan de manera favorable. La primera opción es la apertura de un hotel, explica un portavoz oficial, pero no descarta que se hagan viviendas, como hasta ahora, u oficinas. Eso sí, el representante de Paisajes de Asturias niega que vayan a especular con la Torre. "¿Especulación? Estos edificios no admiten ningún tipo de especulación", enfatiza, y remarca que la operación se hizo "más con el corazón que con la cabeza". Y es que hubo dificultades para llegar a acuerdos con los propietarios -según una de las familias, los Calamita, la negociación se prolongó dos años- y un alto coste de la operación, aunque nadie quiere revelar cuánto se ha pagado. "Por eso está así", razona la empresa, cuya "buena fe" avala el alcalde de Ribadeo, el nacionalista Fernando Suárez.
Paisajes de Asturias cuenta con varios edificios singulares en el occidente de la comunidad vecina adquiridos para su rehabilitación. Opera con total discreción; en su sede social ni siquiera hay un teléfono fijo y sus propietarios optan por permanecer en el anonimato, así como el portavoz consultado, que reivindica el carácter "artístico" y no mercantilista de una empresa que debe enfrentar una elevada inversión para llevar a cabo su proyecto. Al margen de la compra de la propiedad, el arquitecto Ernesto Cruzado, que ha hecho varios planes de actuación en la Torre, estima que la restauración puede alcanzar los siete millones de euros, aunque matiza que es imposible hacer cuentas con exactitud hasta que se realice un profundo estudio previo. Por su parte, los cálculos de Paisajes de Asturias reducen "a la mitad" el presupuesto necesario, pero aseguran que cuentan con garantías financieras.
En primera instancia, los planes de la firma asturiana pasan por cerrar en otoño el trato con una serie de propietarios que están disgregados por Argentina y que poseen el 19% de la Torre. Está fragmentación de la propiedad dificulta el acuerdo, pero la empresa confía en culminar la compra. El 21% restante pertenece al Ayuntamiento, con el que Paisajes de Asturias quiere ir de la mano, ya sea haciéndose con su porcentaje o consensuando el futuro del edificio. "Nosotros, mientras se respete la normativa [se trata de un BIC, sometido a preceptos legales estrictos] apoyaremos la decisión de la empresa", asegura el regidor, Fernando Suárez. Paisajes de Asturias confía en que a principios de 2012 estén resueltas las cuestiones de la propiedad y las administrativas, para comenzar a redactar los proyectos de rehabilitación. Las obras podrían prolongarse durante dos o tres años, y el portavoz de la empresa asume que en este tipo de actuaciones "siempre surgen imprevistos".
Esta voluntad de acuerdo se ha plasmado con la firma de un convenio para una actuación de urgencia que evite el colapso estructural de la Torre. Se trata de sustituir las columnas que sostienen la fachada posterior, y que por el deterioro han perdido su capacidad portante, poniendo en riesgo el inmueble. Ahora mismo, unos puntales realizan esa función mientras no se ejecuten unas obras que empezarán en las próximas semanas y que durarán tres meses. El presupuesto es de 90.000 euros, 65.000 a cargo de Paisajes de Asturias y 25.000 por cuenta del Ayuntamiento.
De este modo, se marca un punto de inflexión con respecto a las tensas relaciones que mantenía el Gobierno municipal con los anteriores propietarios. De hecho, fuentes de la familia Calamita, que poseía el 35% de la propiedad, acusan al alcalde de "entorpecer" la operación e, incluso, de realizar una "maniobra rastrera" para "asustar al comprador". Se refieren a una actuación de urgencia programada por el consistorio en febrero para apuntalar la parte delantera del edificio ante el riesgo de derrumbe. A su juicio, la intención era "asfixiar" a los antiguos propietarios para hacerse con la titularidad del inmueble "a un precio irrisorio" a través de una expropiación.
Estos propietarios eluden la responsabilidad en el deterioro del edificio que, según el arquitecto Ernesto Cruzado, llegó al actual estado a causa del nulo mantenimiento. Así, argumentan que "gran parte de la propiedad" está en Argentina y "se desentiende del tema". Además, explican que hasta hace un par de años las viviendas estaban alquiladas bajo régimen antiguo por un euro al mes, lo que les disuadía de hacer grandes desembolsos. También aluden al "incumplimiento parcial" por parte del Ayuntamiento del convenio firmado en 1996, cuando este se hizo con el 21% de la propiedad.
Con todo, esta familia sí comparte algo con el alcalde, su confianza en que Paisajes de Asturias lleve "a buen puerto" el proyecto de restauración y creen que su conversión en un hotel "es lo mejor que le podría ocurrir" a la Torre. Sin embargo, se reservan un último dardo para el regidor, del que sospechan que puede ser "el mayor obstáculo", por sus "ambiciones de meter las manos en el pastel al menor coste posible". Una tesis que no parece muy probable, dada la insistencia con la que el portavoz de la empresa asturiana remarca las "buenas relaciones" con el consistorio y el clima de colaboración entre ambos.
Un edificio único y oxidado
La Torre se levantó en 1915 con los fondos que enviaban a Ribadeo los hermanos indianos Pedro y Juan Moreno Ulloa. La construcción se realizó con una técnica por aquel entonces novedosa, a base de hormigón reforzado con hierro. En el uso de estos materiales está la razón de su actual deterioro. El arquitecto Ernesto Cruzado explica que el oxígeno ha penetrado en el hormigón, provocando la oxidación del hierro. Este proceso, que produce grietas en muros, columnas y elementos decorativos, sigue una progresión geométrica. En los últimos meses avanza más rápido que en los años anteriores.
No obstante, Cruzado opina que "para los conocimientos de la época" la solución arquitectónica utilizada "está muy bien". Aunque tiene deficiencias con respecto a técnicas actuales, considera que con unos cuidados continuados no se hubiese llegado a esta situación. "Nunca se hizo mantenimiento ni reparación alguna; ahora la intervención es muy compleja y urgente", advierte, y señala que, además del riesgo estructural que va a ser subsanado, existen muchos peligros puntuales en adornos y cornisas.
El historiador del arte Diego Rodríguez explica que es el único edificio de su época construido en hormigón y hierro que se mantiene en pie en Galicia. Además de por su técnica innovadora, destaca por su riqueza decorativa, que aúna trazos modernistas -del autor de los planos, el arquitecto argentino Julián García Núñez- con elementos renacentistas y barrocos, como las cariátides que sostienen su brillante cúpula.
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