Los gallegos se suicidan más
304 personas se quitaron la vida en la comunidad en 2007, cuatro puntos por encima de la media estatal
Cada día, en la comarca de Ferrol, una persona intenta suicidarse. A veces dos. Más hombres que mujeres. Ellas lo intentan más a menudo; ellos lo consiguen casi siempre. Lo sostiene José Manuel Crespo, médico psiquiatra del área sanitaria de Ferrol. La tasa anual de suicidios en Galicia, 11 por cada 100.000 habitantes, está cuatro puntos por encima de la media española, 7,06 en 2007. En la comarca ferrolana, la incidencia es todavía mayor.
Esta situación no ha pasado desapercibida a los facultativos. Hace décadas, Jaime Quintanilla Ulla, alcalde socialista y médico, publicó un ensayo (El complejo mundo del suicidio) que llamaba la atención sobre el elevado número de actos autolíticos en la zona. A juicio de los psiquiatras gallegos, carece de "rigor científico" pero "pone el foco" en esta esquina del noroeste peninsular donde parecen contarse más suicidios y tentativas. "No se puede decir con total rotundidad, pero la impresión es ésa" matizan.
El suicidio y sus tratamientos han sido el eje de un congreso que anteayer reunió en Ferrol a 150 especialistas en la XIX Reunión Anual de la Asociación Gallega de Psiquiatría, que analizó el problema clínica, forense y legalmente. 304 personas se quitaron la vida en 2007 en Galicia, el doble que en la década de los 80. En Lugo, la tasa de suicidios se dispara hasta el 13,10 (por cada 100.000 habitantes), seguida de Ourense (9,1), A Coruña (8,6) y Pontevedra (4,4), según la doctora Celia Canedo, del Xeral-Calde.
En Ferrolterra, en un año, se contaron 40 tentativas graves, hubo muchos más intentos y otros tantos consumados. "Los hombres adultos son los que más se suicidan; casi el doble. Son más impulsivos en los actos violentos. Las mujeres lo intentan con medios menos agresivos, como los sedantes, e incluso reversibles" apunta Crespo, que reconoce que el suicidio genera mayor alarma social si es de adolescentes. El envejecimiento poblacional explica las altas tasas. El perfil del suicida gallego es el de un hombre mayor del rural que recurre a medios como "el ahorcamiento, el disparo o la precipitación".
Los psiquiatras distinguen entre suicidas pretendidos y suicidas reales. "No es lo mismo querer morirse que matarse" precisa Juan López Ibor, catedrático y ex presidente de la Asociación Mundial de Psiquiatría. Sostiene que el suicidio "es un fenómeno complejo, no una enfermedad" y que casi siempre responde a un cúmulo de causas. Sin embargo, el suicidio tampoco escapa a la biología. "Hay evidencias de que existen marcadores genéticos que se asocian a líneas de suicidio en familias que se repiten en varias generaciones" apunta Crespo. Las personas que sufren esquizofrenia o trastorno bipolar también son más proclives. "Un intento predispone a otro el mismo año en un 20%" añade. Y todavía otro dato. Entre el 40 y el 60% de los que tratan de suicidarse visitan un mes antes a su médico.
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