La Xunta garantiza que vetará los parques eólicos en Red Natura

La tramitación de los nuevos parques eólicos tendrá un recorrido administrativo más corto, con el objetivo de agilizar su puesta en marcha. Para ello la Xunta ha introducido cambios en el borrador de la ley eólica que ayer aprobó el Consello y que llegará al Parlamento la próxima semana. Entre las novedades incorporadas se encuentra la eliminación de la obligatoriedad de desarrollar proyectos sectoriales (urbanísticos y medioambientales) en cada parque. En su lugar "se habilita que los suelos rústicos de especial protección tengan uso permitido para las instalaciones de energía eólica solamente con la licencia municipal, lo que acortará los trámites entre diez meses y un año", según anunció el titular de Economía e Industria, Javier Guerra, que explicó el texto junto al presidente, Alberto Núñez Feijóo.

Guerra dice que los negocios asociados a los molinos ahora sí verán la luz

El proyecto aprobado ayer mantiene uno de sus aspectos más polémicos y más cuestionados por la industria: la instauración de un canon para compensar el impacto paisajístico. Esa tasa se contabilizará por cada molino instalado, y en el primer año se espera recaudar con ella 30 millones de euros. La Xunta promete reinvertir los ingresos en proyectos medioambientales que redunden en beneficio de los municipios que alberguen los molinos de viento.

La supresión de la necesidad de un proyecto sectorial por parque, con la eliminación de todo su proceso administrativo, explicó el conselleiro, lleva a la Xunta a mantener el plan eólico vigente, que el bipartito no llegó a cambiar y que data de 1997, en la época de Fraga, con modificaciones en 2002. Ese marco es el que delimita las áreas de aprovechamiento del viento, que se repartirán en 10 zonas, con subáreas específicas. Se adjudicarán en una única convocatoria, aunque con un concurso por cada zona. De este modo, explicó Guerra, se pretende evitar que los recursos judiciales que previsiblemente presentarán las industrias paralicen la totalidad del proceso. Según las previsiones de la consellería, las autorizaciones de los primeros parques podrán estar listas "en la primera mitad o hacia el final de 2011". Las aspas de los nuevos molinos empezarían a girar un año más tarde.

El plan sectorial vigente desde la etapa de Fraga permite parques en Red Natura. Sin embargo, fuentes de Industria explicaron que las autorizaciones finales requerirán una declaración previa de impacto ambiental, con lo que queda blindada, a juicio de la consellería, la conservación del patrimonio natural. Las mismas fuentes aseguraron que no se autorizará ningún parque en Red Natura "actual y futura". Sin embargo, el Gobierno de Feijóo sí ha anunciado que permitirá piscifactorías en Red Natura, una posibilidad vetada por el bipartito.

Tras el Consello, Feijóo aludió a las "salvaguardas de la seguridad jurídica, la transparencia, el interés de Galicia, los compromisos electorales y la palabra dada" para definir una nueva ley "que se ha hecho con profesionalidad y rigor". Con todo, la Xunta no hizo público el texto completo del proyecto, a la espera de ser remitido al Parlamento.

El Gobierno de Feijóo mantiene un elemento introducido por el bipartito: que las empresas que opten a explotar molinos refuercen sus propuestas con otros proyectos industriales asociados a la energía eólica. Para que ese compromiso de inversiones "sea real y no virtual", en palabras de Feijóo, el Ejecutivo establece un requisito nuevo. Los adjudicatorios de los parques deberán presentar un aval equivalente al 2% del proyecto eólico a desarrollar, "que será devuelto cuando se materialice la inversión total y no sólo la realizada para levantar los aerogeneradores", según Economía. En palabras de Guerra, con el anterior decreto del bipartito el compromiso de llevar a cabo los proyectos industriales "era un brindis al sol", y ahora "habrá una concreción real de esos planes industriales".