Tui se reconcilia con Sócrates
Los vecinos costean una efigie para sustituir la que fue arrojada al Miño en 1936
Manuel atiende el móvil a bordo de una barca, en medio del río. Acaba de picar un reo, y resulta que habla tanto que mientras él relata los avatares de Sócrates en Tui su compañero le toma la delantera y pesca no se sabe cuántas truchas. Manuel Vázquez de la Cruz está en el Miño, con la ciudad al fondo, en lo alto, y cuenta que debajo de esas aguas siguen estando, desde julio de 1936, tanto el pedestal de sillares como la cabeza de piedra del filósofo griego que habían tallado Benito Prieto Coussent y sus alumnos de dibujo y modelado en el instituto de segunda enseñanza.
La inauguración, con autoridades provinciales y crónicas floridas en la prensa, tuvo lugar el 3 de mayo de aquel año, y en cuanto estalló la guerra los falangistas del pueblo se apresuraron a decapitar la escultura, de unos 700 kilos, embadurnarla de alquitrán y arrojarla al río. Después, según el pescador, los mismos u otros se ensañaron con el enorme busto de Valle Inclán que había sido instalado en Pontevedra, también obra de Prieto Coussent y sus estudiantes. Lo arrastraron por las calles de la ciudad y terminaron llevándolo hasta A Curota (A Pobra do Caramiñal), donde lo dejaron abandonado.
En la cárcel, el pintor hacía fotos a los que iban a ser fusilados
El 1994 retrató a Fraga, y éste le prometió rescatar del río la escultura
Ahora, una comisión ciudadana se encarga de organizarlo todo para devolverle los honores a Sócrates y a Coussent. El colectivo Levada Libre, al que pertenece Vázquez de la Cruz, ha conseguido que el ayuntamiento pague la piedra y los medios materiales, y ha mandado imprimir unos bonos de cinco, 10, 20 y 50 euros que han empezado a vender entre los vecinos, porque los 7.000 euros que costará la réplica exacta de la escultura original se van a juntar por suscripción popular. El primer bono, de 5 euros, lo compró Xesús Alonso Montero, padrino del proyecto que hoy por la tarde será presentado en sociedad. Pero el profesor no debió de quedar contento con la cantidad aportada, porque hace dos días llamó y reservó "uno de los grandes".
74 años después, son los alumnos del IES San Paio los que están modelando en barro la efigie, y el escultor Rosendo González la tallará en granito a continuación. En la segunda quincena de junio será inaugurada al fin la nueva cabeza, y entonces ya habrá dos Sócrates en la localidad fronteriza. Uno en los jardines; el otro, criando algas para siempre entre las angulas. Durante un tiempo, en 2007, el filósofo compartió aguas con el busto en bronce de José Calvo Sotelo, también castigado a sumirse en las profundidades, descuartizado, esta vez por miembros de Nós-Unidade Popular. Pero cuenta Vázquez de la Cruz que el Protomártir del Movimiento Nacional tuvo mejor suerte, porque "otro pescador lo recuperó" sin querer "con la red" cuando andaba a la lamprea.
En 1994, Prieto Coussent (Ribadeo, 1907-Granada, 2001), que sobre todo era pintor, fue contratado por la Xunta para realizar el retrato oficial de Fraga, y entre sesión y sesión le contó al presidente lo que le había pasado a su Sócrates en Tui. Don Manuel se comprometió entonces con el artista a recuperar la escultura, pero ni con todo su poder de entonces lo logró. Levada Libre lo considera "imposible", por eso tomó la decisión de volver a esculpirla.
"La inauguración, además de ser un homenaje a Sócrates y a Coussent, va a ser un acto de reconciliación de los tudenses y de reconciliación nacional", afirma Manuel en medio del río, donde hay "la mejor cobertura" de móvil y se mezclan los intereses de las compañías telefónicas de ambas orillas. En el acto de junio "estarán prohibidos los discursos". Los organizadores no van a dejar hablar a los políticos, "lo único que va a sonar es música". El himno de Riego, el de Galicia, y unas cuantas piezas más que de momento no van a contar.
De los vecinos que arrojaron la cabeza al río no queda ninguno. De los alumnos del viejo instituto republicano viven todavía dos. Uno está internado en un geriátrico de Alicante, y el otro, de 90 años, ha prometido asistir al acto. Los estudiantes que más ayudaron a Prieto Coussent en la elaboración de las esculturas de Valle y de Sócrates fueron Álvaro Álvarez Blázquez y Emilio Diz Rodríguez. En el texto que leyó aquel 3 de mayo, el primero de ellos defendió que el griego era el "forjador" de una juventud "sin armas, sin bagajes, sin alardes de marcialidad". Pero, poco después de estallar la guerra, fueron asesinados los padres de los dos alumnos, y Coussent ingresó en la cárcel de Tui.
En los meses que estuvo preso se dedicó a fotografiar a los compañeros de celda que iban a ser fusilados. De paredón servía el muro del instituto, junto a los jardines donde había estado Sócrates. Y una vez muertos, el pintor mandaba las fotos a las familias, para que les quedase un recuerdo de su ser querido en vida. Uno de ellos, Manuel Estévez, le dejó una carta para sus hijos que acompañaría el retrato a modo de pie de foto: "Muero para que vosotros y otros como vosotros no andéis descalzos ni paséis hambre".
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