Lalín reivindica el legado de Laxeiro

Si estuviese vivo para celebrar sus cien años de vida seguramente a José Otero Abeledo Laxeiro le habría gustado hacerlo de la forma que eligieron ayer sus amigos. Una destacada representación del mundo cultural, político y social gallego se reunió ayer en Lalín para reivindicar la figura y la pervivencia de la obra de Laxeiro justo en el día en que el pintor del Deza habría cumplido los cien años de edad. La jornada comenzó con un homenaje ante la tumba del pintor en el cementerio municipal de A Romea, en el parroquia lalinense de Botos, continuó con un acto en el auditorio municipal en el que se habló sobre Laxeiro como artista y como hombre y concluyó con un cocido multitudinario en un restaurante situado en las afueras de Lalín.

El carácter extrovertido del artista de Lalín y su valía como pintor fueron los dos aspectos que más destacaron los asistentes al homenaje, que estuvo presidido por el ministro de Cultura, César Antonio Molina, y por la conselleira de Cultura, Ánxela Bugallo. El escritor Carlos Reigosa, uno de los organizadores del acto de ayer, destacó la necesidad de que el homenaje tuviese un carácter "reivindicativo" para que Laxeiro pueda ocupar el lugar que le corresponde en la historia del arte español. "La fama de los pintores crece cuando tienen un grupo importante detrás que los respalde", apuntó Reigosa. Aunque ayer no se hizo mención a este asunto, los organizadores del homenaje pretenden que la obra de Laxeiro pueda ser más conocida fuera de Galicia porque hasta ahora no se han celebrado grandes exposiciones sobre el pintor de Lalín en otros puntos de España.

Tanto los políticos como los artistas e intelectuales que intervinieron en el acto contaron numerosas anécdotas personales que les habían ocurrido en compañía de Laxeiro. Entre las más sabrosas se encuentra la que contó el alcalde de Lalín, Xosé Crespo, quien recordó cómo una vez el artista llegó a un acto en el que había una tribuna repleta de autoridades y, al no encontrar un lugar para sentarse, exclamó: "Pero qué pasa, ¿soy un hijo ilustre de Lalín o un hijo de puta?" Crespo calificó a Laxeiro como un genuino representante del carácter de los lalinenses, "chulo y humilde a la vez".

El pintor Antón Lamazares, otro de los artífices del homenaje, también hizo hincapié en la estrecha vinculación de Laxeiro a su localidad natal y añadió que a él le habría gustado que en una fecha como la de ayer se nombrase a tres personas fundamentales en su vida: su madre, su maestra Teresa y el astrónomo Ramón María Aller, otra de las figuras más ilustres de la capital del Deza. Lamazares leyó un poema propio dedicado a Laxeiro.

Ánxela Bugallo recordó la generosidad de Laxeiro a la hora de prestar su apoyo a otros artistas, mientras que Molina recordó que había coincidido en varias ocasiones con Laxeiro durante las tertulias del cafe Gijón de Madrid y calificó al pintor como "el artista gallego por excelencia". El ministro destacó, además, que Laxeiro supo fundir "el arte y la vida" y llegó a inventarse "un modo de pintar y de interpretar el alma gallega".

Durante el acto, que se prolongo durante más de una hora, también intervinieron el presidente del Consello da Cultura Galega, Ramón Villares, y los artistas Isaac Díaz Pardo y Luis Caruncho. Posteriormente, llegó la hora de la música, que estuvo a cargo del gaitero Xosé Manuel Budiño y de la cantante Uxía Senlle. Además de los ya citados, en el homenaje estuvieron presentes otras destacadas figuras de la cultura gallega como el escultor Manolo Paz, el ex director del CGAC Miguel Fernández Cid o los escritores Miguel Anxo Fernán Vello y Carlos Oroza, entre otros.