Humor tras el telón de grelos

"Retranca: intención disimulada, oculta". Así define el diccionario de la RAE este término que, en Galicia, más que un propósito es una forma de ver la vida, una cuestión incluso patrimonial que dicen "está en peligro de extinción, sobre todo entre los jóvenes". Bajo este enfoque y con este nombre nace una publicación mensual, en clave de humor, de manos del escritor, humorista e ilustrador Kiko da Silva (Vigo, 1979), que retrata así la nueva revista: "Es un soplo de aire fresco. La gente en Galicia necesita tener una válvula de escape y autocrítica ahora que hay poco espacio para el humor, sobre todo desde un punto de vista gamberro".

Es inevitable la referencia a El Jueves, donde colabora el propio Da Silva y que "a nivel nacional es la única que queda, pero con ventas de más de 80.000 ejemplares semanales, lo que me animó a ocupar un vacío que El Jueves no cubre, con un humor más autóctono".

"El problema de la cultura aquí es que sale la palabra subvención detrás"

La revista hablará "de las cosas que están en la calle, como el 'botellón"

Ese acento propio es palpable en las señas de identidad de Retranca, que cuenta con la colaboración de autores como Manuel Rivas o Miguelanxo Prado. Por un lado está la mascota, un diseño pícaro de la Santa Compaña, como "homenaje al sentido del humor gallego más tradicional, porque la retranca siempre llega al límite de la muerte, a burlarse de algo tan serio como eso", apunta el ilustrador que avisa que del azote de la publicación no se va a librar nadie. "Habrá para todos, políticos, medios de comunicación... Creemos que es sano y necesario".

Por el otro, está el eslógan en el que retumba la sentencia de San Andrés de Teixido: "Lerasnos de morto se non nos les de vivo", con el que se buscaba "un lema que nos definiera, porque sabemos que nos van a leer todos".

En el primer número, que acaba de salir y está dedicado al feísmo urbanístico, el Gobierno de la Xunta es el protagonista principal de sus parodias. Da Silva, promotor además de la revista BD Banda, dice que "hay que pegarle un toque al bipartito porque es el que está en el poder. El número dos está dedicado a la Cidade da Cultura y también el PP le vamos a dar por comenzar esta cosa tan delirante". La única reacción política, por ahora, ha sido la de la conselleira de Vivenda, Teresa Táboas, y fue "positiva". "Creo que se sintió halagada por ser la protagonista del primer póster central". "Quizás no serán tan simpáticos, pero los políticos saben que si no salen es que algo malo pasa".

La tirada inicial es de 8.000 ejemplares en Galicia y se plantean la posibilidad de editarla en Cataluña "si todo va bien". Arranca sin subvención alguna en aras de una "independencia" que ha supuesto "un coste importante, pero es un compromiso que los lectores van a agradecer". El vigués, que lleva una década ilustrando las tiras de humor en La Voz de Galicia, reconoce que "es un riesgo, pero creo que hay que dar un paso más; los autores no pueden limitarse a soltar la llorada en todos los salones del cómic esperando a que llegue uno de fuera y decida invertir en nosotros". Da Silva sostiene que el gran problema de la cultura "aquí" es que "siempre sale la palabra subvención detrás, no se ve como un negocio y es muy difícil que la cosa acabe cuajando, hay mucho miedo a nivel cultural a arriesgar".

En Galicia, afirma, "estamos detrás del telón de grelos y nos cuesta mucho atravesarlo. Sin embargo ahí está Kalandraka, por ejemplo".

Retranca, que nace para crear debate, hablará "de las cosas que están en la calle", como el botellón que "es ya una tradición". La conversación se desarrolla en una céntrica cafetería pontevedresa y es en ese momento cuando una jubilada desde la mesa de al lado recrimina al humorista por tildar de tradición este fenómeno. Al final, gira su silla y se suma a la charla durante un buen rato. Finalmente reconoce, sin saber a quién tiene delante, que a ella lo que le gusta son las tiras cómicas de los periódicos y acto seguido aconseja al joven que no plasme en un libro todas esas ideas. La aventura de Da Silva promete.