El exceso del ladrillo exige otros cinco años de digestión

El exceso en la construcción de nuevas viviendas durante los felices años de la borrachera inmobiliaria lleva aparejada una resaca que puede suponer otros cinco años de pesada digestión. José Luis Miguel, presidente de Urbe, la feria inmobiliaria que nació en 2000, cuando apenas empezaba a inflarse la burbuja, aseguró ayer que en España hay 963.000 viviendas de nueva construcción por vender. Según Miguel, si no sucediera ninguna catástrofe, hacia 2015 "llegaremos a un stock técnico de unas 175.000 viviendas". Una cantidad que aflojaría la presión sobre los balances de las entidades financieras que se han convertido en titulares de viviendas por impago, obligaría a fabricar nuevas residencias y devolvería la vida a los promotores.

José Luis Miguel augura que "los precios no van a caer mucho más"

No todas las viviendas por vender son iguales. Miguel se mostró ligeramente optimista sobre el futuro de lo que calificó como nueva residencia preferente, las viviendas bien ubicadas, de buena calidad y en entornos urbanos donde hay posibilidades de empleo. Según las estimaciones del presidente de Urbe, a lo largo de 2011 será necesario acometer algunas "promociones selectivas" para cubrir esa demanda en el futuro.

La vivienda residual, la nueva vivienda peor ubicada o de calidad media o levantada en zonas más deprimidas, solo se venderá en un plazo estimado en casi cinco años.

La reserva de segundas residencias, el tercer segmento, se debería consumir antes, en menos de cuatro años. Los extranjeros no residentes han aportado alguna alegría con un alza de las compras del 13% entre el tercer trimestre de 2009 y el tercer trimestre de 2010. Sin embargo, ese mercado es muy pequeño, no representa en la actualidad más del 5% del total y nunca superó el 11%, ni siquiera en los momentos de mayor bonanza.

Otra cosa son los precios. Miguel explicó que las estadísticas oficiales apenas reflejan un descenso de los precios del 12% desde que comenzó la crisis, en el tercer trimestre de 2007. "Ese descenso no es real", comentó, "pero los datos oficiales se basan en tasaciones y las tasaciones son muy resistentes a la baja porque deteriorarían los activos de las entidades financieras". A pesar de todo, el presidente de Urbe auguró: "Las tendencias dicen que los precios no van a caer mucho más".

Si la feria es un escaparate que refleja la situación de un sector, es evidente que el sector promotor atraviesa "un pesimismo excesivo", en palabras de Miguel.

Apenas 32 expositores, casi la mitad entidades financieras, ofrecen, esencialmente, viviendas protegidas, una especie en extinción porque la nueva regulación solo acreditará como viviendas de protección oficial promociones destinadas al alquiler.

Cobra mucho peso el alquiler con opción a compra. Una opción que permite a los promotores "cubrir el coste de la deuda", pero poco más.

A pesar de todo, los organizadores de la feria esperan atraer a 5.000 potenciales compradores que disponen de la última oportunidad para beneficiarse de las desgravaciones por compra de vivienda que desaparecerán en 2011. Y la situación de las arcas públicas no augura que se "vaya a restablecer nunca" esa deducción, apuntó Miguel.