Un clamor: "Font de Mora, dimisión"
El sector de la enseñanza exige un cambio de rumbo tras la sentencia del TSJ
Un nuevo revés judicial contra los dirigentes de la Consejería de Educación, y nadie tiene previsto asumir responsabilidades. Ayer los sindicatos de la enseñanza, unánimemente, exigieron al consejero, Alejandro Font de Mora, su dimisión "inmediata" una vez que el Tribunal Superior de Justicia ha tumbado su ocurrencia de que Educación para la Ciudadanía se diera obligatoriamente en inglés.
El Sindicat de Treballadors de l'Ensenyament (STEPV), CC OO y Fete-UGT esperan que el próximo viernes el acto de adjudicación de 50 plazas de profesores itinerantes de filosofía o historia con capacitación docente en inglés, que son candidatos a dar la asignatura, se "suspenda, ya que la orden es nula". Los sindicatos confían en que "se recupere la normalidad y la paz llegue al sistema educativo", afirmó Luis Trapiello, de CC OO. Vicent Mauri, del STEPV, coincidió en la conveniencia de suspender todo el proceso de adjudicación y "redefinir los horarios, ya que hay algunos docentes que han sido desplazados". La Federación de Enseñanza de UGT-PV (Fete-UGT) consideró que la sentencia hecha pública el viernes "desautoriza" al consejero y "ha llegado el momento de la renovación y el cambio" en la dirección de Educación.El sindicato CC OO, como demandante en el proceso contra Ciudadanía en inglés, exigirá "la ejecución" de la sentencia. Luis Trapiello recuerda que la secretaria autonómica de Educación, Concha Gómez, dijo públicamente: "Acataremos, como no podía ser de otra manera, lo que digan los tribunales". El TSJ anula ahora la obligatoriedad de impartir la asignatura en inglés, la posibilidad de aprobar mediante un trabajo o de acogerse a la objección de conciencia. Pero la consejería ya ha anunciado que recurrirá ante el Tribunal Supremo este fallo, y las primeras declaraciones del consejero intentaron minimizar la importancia de la resolución. Afirmó que la sentencia "no tiene efectos prácticos" y que la asignatura "se imparte de forma voluntaria".
Los sindicatos educativos tienen una opinión diametralmente opuesta. Ayer todos coincidieron en la necesidad de suspender la adjudicación de plazas previstas para esta semana y abrir un proceso de negociación para "reconducir" la situación. "A ver si el sistema educativo recupera la normalidad y racionalidad", deseó Vicent Mauri, del STEPV.
Tras este nuevo varapalo judicial a las órdenes y directrices de la Consejería de Educación, los sindicatos exigen responsabilidades. Fete-UGT valoró la sentencia porque en su opinión "corrige con eficacia las ocurrencias, excesos y disfunciones del consejero, restableciendo la legalidad vulnerada". Ante el rechazo a la política educativa, con una manifestación histórica contra la Ciudadanía en inglés, la respuesta de Font de Mora ha sido "la cerrazón, el autoritarismo y el mantenimiento a toda costa de las decisiones tomadas, que finalmente sólo se corrigen y rectifican en sus excesos, ocurrencias y desviaciones mediante la intervención de los tribunales de justicia". Por todo ello, Fete-UGT reclama un "cambio de personas y equipos", ya que a su juicio, además de la dimisión del consejero, "procede y es urgente la sustitución" de la secretaria autonómica de Educación, Concha Gómez, que ha demostrado su "incapacidad" en la negociación con la Plataforma en Defensa de la Enseñanza Pública, y del director general de Ordenación y Centros Docentes, Francisco Baila Herrera, que "no impulsa un proceso de negociación y no da instrucciones claras o éstas son contradictorias".
El STEPV coincide en esta petición de dimisiones, que Luis Trapiello de CC OO amplía al propio presidente de la Generalitat, Francisco Camps. "Font de Mora es el brazo ejecutor, pero el que da las órdenes y tiene esas ocurrencias es Camps, y la sentencia le cuestiona", argumenta.
Los delegados sindicales consultados ayer por este periódico consideran que la Consejería de Educación "no puede estar liderada por un equipo donde la ocurrencia se ha instalado como norma política de actuación y es constante su huida hacia adelante". Mientras las reacciones en el ámbito sindical y educativo no han cesado, los dirigentes socialistas valencianos, por el momento, guardan un discreto silencio, y el PP insiste en que seguirá defendiendo la enseñanza en inglés "para que los jóvenes estén bien preparados", según declaró ayer el secretario general de los populares valencianos, Ricardo Costa.
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