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Sitiado en la Calahorra

Fernando Castelló rechazó huir del asedio por un pasadizo que descubrió un policía

La vieja torre de la Calahorra, uno de los principales baluartes militares de la ciudad de Elche durante la dominación islámica, revivió en la mañana de ayer asedios del pasado. Como si de un cerco medieval se tratara, medio millar de manifestantes reunidos por los sindicatos con motivo de la huelga general mantuvieron encerrados en el edificio durante más de dos horas al consejero de Innovación, Fernando Castelló, al delegado del Consell en Alicante, José Marín Guerrero, y a una comitiva de unas cincuenta personas, entre empresarios, concejales del PP ilicitano y periodistas.

Castelló acudió ayer a Elche a presentar la Agencia Valenciana de la Energía. El acto comenzó a las 12.30 en la Calahorra, justo cuando la manifestación de los sindicatos pasaba por la céntrica torre árabe. Los manifestantes realizaron un pequeño paro y continuaron la marcha. Pero enseguida volvieron sobre sus pasos y algunos de ellos comenzaron a golpear la gran puerta de acero de la torre.

Fernando Castelló rechazó huir del asedio por un pasadizo que descubrió un policía

En ese momento en el edificio no había más que dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía, un efectivo de la Policía Autonómica y dos guardaespaldas, frente a unos 500 manifestantes. Los sindicalistas lanzaron huevos, cubitos de hielo y piedras contra la torre, a la vez que retaban a Castelló a salir. Además, parapetaron la puerta con maderas. Uno de los agentes de paisano anunció al consejero que en el exterior había miembros de partidos radicales de izquierda 'muy violentos' y que la protesta 'había sido organizada'. Le aconsejó que esperara.

La mayoría de la conversaciones en el interior de la Calahorra giraron en torno a las leyendas sobre pasadizos secretos que rodean esta emblemática construcción. Un agente comenzó a recorrer las numerosas estancias de la torre, hasta encontrar una salida lateral. Pero el consejero se negó a utilizarla. Una veintena de personas sí se valió de esa puerta para salir a la calle, ayudados por la policía, que estableció grupos de tres y cuatro personas para que discurrieran por un pasadizo hasta alcanzar la vía púbñica. Pero algunos manifestantes descubrieron la puerta falsa y la bloquearon.

Aunque la situación en el interior de la Calahorra nunca llegó a ser crítica -algunos se dedicaron a hacer turismo por las innumerables estancias del edificio-, la inquietud comenzó a aflorar entre los sitiados ante el retraso de los refuerzos policiales.

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Fuentes de la Comisaría de Elche afirmaron que la Cumbre de Sevilla y la propia huelga habían dispersado los efectivos. La salida de Castelló se produjo a las 14.45, escoltado por una treintena de agentes y perseguido por los manifestantes que aún permanecían a la espera.

El PP ha manifestado su intención de poner en conocimiento de la Fiscalía el apoyo que varios concejales del PSPV y de EU de Elche prestaron a la protesta.

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