Sainete de Ikea y Paterna
Lorenzo Agustí rompe la baraja y luego asume: "Fui víctima de una jugada" La multinacional del mueble subraya su apuesta por "un proyecto conjunto"El convenio aprobado por el pleno de Paterna deja abierta esa inversión
La mañana y la tarde, la noche y el día. Lorenzo Agustí, alcalde de Paterna, protagonizó ayer un sainete con ribetes de melodrama. El sábado anunció a través de una nota unilateral la ruptura de las negociaciones con la multinacional sueca del mueble, Ikea, para abrir una tienda en Paterna que crearía al menos 2.000 puestos de trabajo directos y otros tantos indirectos durante los dos años en que se prolongaría su construcción.
Ayer por la mañana, Agustí acusó a Ikea de romper un acuerdo que se cocinaba desde hace dos años y que supondría una inversión de más de 250 millones de euros. "La multinacional está en una subasta y busca mejores condiciones en otros municipios", sentenció Agustí.
Llíria y Vila-real ofrecen alternativas a la multinacional sueca del mueble
Udo Knappstein, director de expansión de Ikea Ibérica, a media tarde, replicó: "Nosotros no hemos roto ninguna negociación. Mantenemos contactos con Paterna desde hace dos años porque estamos convencidos de que es una ubicación idónea. Desde hace diez años intentamos instalarnos en la zona de Valencia, la única zona metropolitana de más de un millón de habitantes en toda Europa donde no hay una tienda de Ikea".
Un retraso atribuido a la oposición de los fabricantes locales, a la dificultad de los accesos en Alfafar, a problemas con un promotor en Mislata...
Agustí asistió en primera fila a la comparecencia ante los periodistas de los responsables de Ikea en España para negar la ruptura. Escuchó cómo han intentado comunicarse con él todo el fin de semana sin ningún éxito. Y apenas deslizó: "El viernes asistí a una jugada de póker. Estoy molesto pero el interés de los vecinos de Paterna está por encima de todo. Me satisface retomar las negociaciones".La jugada parece de varias bandas, pero una arista es definitiva. La multinacional cifra en 34 millones la inversión para urbanizar y construir los accesos a la parcela. "Hemos construido 301 centros en todo el mundo, tenemos experiencia y las obras que afectan a la tienda no cuestan más de 34 millones de euros", dijo Knappstein. El primer borrador de convenio con el Ayuntamiento de Paterna lo recogía así.
El pleno municipal modificó esa redacción tan estricta y dejó abierto el volumen de gasto.
Ikea alegó al acuerdo municipal para aclarar que invertirá 34 millones y nada más, que los sobrecostes de los gastos que asuman las empresas mixtas que pretende constituir el Ayuntamiento de Paterna los pague el Ayuntamiento de Paterna.
El alcalde Lorenzo Agustí, del PP, sentenció ayer por la mañana que Paterna quiere que se instale la tienda, "pero no a cualquier precio".
Udo Knappstein le contestó con las mismas palabras a media tarde: "Ikea quiere instalarse en Paterna pero no a cualquier precio, no vamos a pagar infraestructuras que no afectan a nuestra a tienda".
La virulenta ruptura de las negociaciones anunciada unilateralmente el sábado por el alcalde de Paterna quedó ayer entre dos aguas. Los responsables de Ikea concedieron la máxima importancia al calendario, a la fiabilidad de los plazos porque la firma financia sus propias obras y concedieron que es difícil abrir en septiembre de 2012. Pero no imposible. Y alertaron: "Si hay problemas en Paterna abriremos bien las orejas".
El alcalde de Llíria, Manuel Izquierdo, ofreció a Ikea un polígono industrial que dispone de más de un millón de metros cuadrados y cuya urbanización termina este mes.
Fuentes del Centro Comercial La Vila, que se ubicará en Vila-real, aseguraron: "No dejaremos pasar la oportunidad". El centro está impulsado por Medi Parques Comerciales y Porcelanosa, con la implicación de Lladró, Edisa, Banco de Valencia y Bancaja a través de su filial inmobiliaria Habitat, informa María Fabra. "Pondremos toda la carne en el asador", aseguraron las mismas fuentes. El espacio ya cuenta con la licencia comercial y está pendiente de la aprobación del proyecto de reparcelación, con lo que las obras podrían comenzar en apenas unos meses.
Sylvain Laval, director inmobiliario de Ikea Ibérica, negó que la multinacional sueca tenga intención de instalarse en Castellón y reiteró: "Nuestras apuestas son por Paterna en Valencia y por Rabassa, en Alicante". "En Paterna", insistió, "trabajamos con el Ayuntamiento desde hace dos años en un proyecto que es conjunto".
¿Por qué dio por roto Agustí de forma intempestiva un proyecto tan trabajado?
El alcalde dice que considera inexplicable que Ikea no asumiera un traslado de cien metros como piden las alegaciones de los vecinos. Ikea afirma que no se puede presentar un plano nuevo después de dos años de trabajo sin consultar antes al socio.
Para complicar más las cosas, Vicente Rambla, vicepresidente primero y consejero de Industria, comentó que "nadie de Ikea" le ha trasladado "que tiene interés en venir a la Comunidad Valenciana".
Una inversión superior a los 250 millones de euros
- Ikea ofrece al Ayuntamiento de Paterna 34 millones de euros y ni uno más para urbanizar 220.000 metros cuadrados y pagar los accesos a una tienda de la multinacional sueca y una paralela Ciudad del Habitat abierta a los productores y comerciantes valencianos.
- La multinacional sueca gastaría otros 220 millones de euros en la construcción de su tienda y su área logística. Además, compraría el suelo rústico que hoy es propiedad de cinco familias y cuya reclasificación se compromete a tramitar el Ayuntamiento.
- Paterna cede 20.000 metros cuadrados de suelo de titularidad pública.
- La empresa municipal de gestión del suelo, SUMPA, actuaría como agente urbanizador de todo el proyecto urbanístico y tutelaría la ejecución de las obras.
- El concurso para constituir las empresas mixtas que deben construir los accesos a la parcela encajonada entre el 'by-pass' y la CV-35 se ha retrasado hasta el mes de abril.
- Ikea exige la fiabilidad en los plazos de ejecución. La multinacional considera que Paterna pretende cargar a Ikea el coste de infraestructuras que no afectan al área comercial.
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